CINE DE AYER
Otra de las retrospectivas del V Festival Internacional de Cine estuvo dedicada a los antropólogos franceses Raymonde Carasco y Regis Hebraud.
Este matrimonio viajó 18 meses a México utilizando recursos propios filmando a los tarahumaras entre 1976 y el 2001.
Tras la muerte de la también filósofa e historiadora en el 2009, su esposo se ha encargado de organizar el archivo y presentar su trabajo.
En El divisadero 77 o el Western de Gradiva, se dan a la tarea de buscar “a una mujer caminante” a la que se denomina con ese vocablo.
En Yumari-Tarahumaras 84 filman en Norogachic en el corazón de la sierra tarahumara dos fiestas nativas: una por San Agustín, pidiendo lluvia para los campos secos y otra por la sanación de un miembro de la familia de Benito que estaba enfermo.
En Tarahumaras 2003. La fisura del tiempo: infancia, iniciación y Gloria, narran la historia de Ceverico, quien fue asistente de Gloria, una sanadora que curaba con el sueño, y que tras la muerte de ésta, se convierte en un sucesor en las curas que aprendió, y cuya ejecución vemos en una ceremonia nocturna.
Los realizadores no encontraron rastros de la expedición que hizo el poeta y escritor Antonin Artaud con los tarahumaras.
El material está filmado de manera amateur, con una sola cámara, sin iluminación y con sonido directo. Los diálogos son traducidos directamente por Raymonde.
Pese a esas fallas técnicas, resulta un material muy interesante y sin duda el más completo que se ha realizado sobre los tarahumaras, a quien ha utilizado poco el cine mexicano, pues solamente recordamos la cinta de Luis Alcoriza de 1964 o la de Marcela Fernández Violante, En el país de los pies ligeros (1979).