Un juez de Los Ángeles lo acaba de ratificar. La actriz recibirá una pensión compensatoria de 60.000 euros al mes
Antonio Banderas y Melanie Griffith ya están oficialmente divorciados. Un juez de Los Ángeles ratificó este martes el divorcio de los actores, poniendo fin así a un proceso legal que comenzó en junio de 2014.
Banderas y Griffith se casaron por separación de bienes en 1996, pero en el año 2004 firmaron un contrato «postnupcial» en régimen de gananciales. Gracias a ese acuerdo, el actor malagueño podrá quedase con el dinero que ganó antes de 2004 por películas taquilleras como «Desperado», «La máscara del Zorro» o «Spy Kids».Los beneficios que ambos generaron después de 2004 se repartirán. «Se casaron en 1996 y parece ser que mantuvieron sus bienes separados desde el día de su boda hasta 2004, año en el que firmaron un acuerdo para convertirse en una sociedad de gananciales».
Además de la manutención de 60.000 euros, Griffith se quedará con la casa que compartía con su marido en Aspen (Colorado) en los meses de invierno. Por su parte, a Banderas le toca la mansión de Marbella que ocupaban durante los veranos. En julio de este año vendieron su hogar conyugal de Los Ángeles. En la repartición, a la hija de Tippi Hedren también le ha tocado un cuadro de Pablo Picasso y a su ex, unos dibujos del pintor español y otros del mexicano Diego Rivera.
Banderas y Griffith decidieron separarse en el verano de 2014 después de 18 años casados y una hija en común, Stella del Carmen, de 19. En un comunicado enviado por su representante, los actores afirmaron entonces que decidían finalizar sus casi veinte años de matrimonio «de forma meditada y consensuada, de una manera amorosa y amistosa», honrando y respetando a los demás, a su familia y amigos, y al «tiempo precioso» que pasaron juntos.