Derivado de amenazas por parte del Grupo Universidad y de Esteban Rodríguez Dávila, presidente del Consejo Estudiantil Universitario, decenas de estudiantes renunciaron como voceros del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHU) y abandonaron las instalaciones, mientras un nuevo grupo de alumnos quedó a cargo.
Fueron alrededor de 20 estudiantes los que abandonaron las instalaciones, mismos que argumentaron que han recibido amenazas por “meterse” con el Grupo Universidad, en específico con Sosa Castelán: “se han estado metiendo mucho con un nombre que aquí no se pronuncia pero que es Sosa Castelán, eso ya nos pone en riesgo”, dijeron.
E incluso, contrariamente a lo que habían denunciado, señalaron que el mismo presidente del consejo ya se puso en su contra: “incluso el mismo Esteban ya se puso en nuestra contra y eso es muy riesgoso. Que Esteban nos ponga en riesgo”, dijeron.
De igual forma, manifestaron que en días recientes han recibido amenazas por parte de Esteban y Sosa Castelán, además de no estar de acuerdo con información que se ha reservado el IDA: “estos días nos han llegado amenazas por parte de Esteban o del otro bando, preferimos nos arriesgarnos ni arriesgar a nadie, los nuevos voceros pueden hacerlo pero ya no están nuestros nombres dentro de esto, el otro bando, nos referimos a Sosa Catselán, IDA y Esteban”.
Mientras esto sucedía, dentro del ICSHu se lograban acuerdos con la dirección, entre los que destacan una comisión para trabajar de manera inmediata los casos de acoso, violación y abuso de poder, por lo que los manifestantes que se retiraron señalaron que si se logran cosas buenas lo van a agradecer pero si no, argumentaron que habrá sido “pura pérdida de tiempo”.
Cabe destacar que lo anterior ya había sido denunciado anteriormente, y que parte de la estrategia que los directivos de la máxima casa de estudios así como del Consejo Estudiantil, versará en dividir a los estudiantes, amenazar, amedrentar, acosar, seguirlos con camionetas e incluso con el uso de patrullas sin placas y audios y mensajes que hacen llegar a través de otras personas sin posibilidad de que puedan compartirlos.
Cabe destacar que algunos evalúan la posibilidad de llevar este tipo de pruebas a las instancias procuradoras de justicia pertinentes, aunque hay temor de represalias que atenten contra su integridad física, moral y psicológica.
Ha comenzado la persecución
Uno de los afectados, que accedió a dar una entrevista de manera anónima, relató que fue perseguido, además de que le mostraron mensajes en donde presuntamente uno de los líderes del IDA se lavaría las manos utilizando a otros: “no quiero que me pase algo, por eso me salgo del movimiento, di lo mejor que pude dar, me siento satisfecho con mi trabajo pero ante todo la integridad, eso es primero.
“Como hace dos semanas, iba camino hacia la casa, decidí bajarme en otra estación, y cuando estaba apunto de ponerme mis audífonos, los señores que ya estaban arriba en la colectiva, me identificaron, dije ‘bueno a lo mejor me conocen, no pasa absolutamente nada’, pero me intentaron jalar del hombro para hablar conmigo, me bajé, yo intentaba caminar rápido, estaba en contacto con una amiga que iba a pasar por mí”.
“Intentaron alcanzarme con otro muchacho de más de 20 años, se empezaron a cercar a mí, corrí y al momento de correr ellos corrieron detrás de mí, afortunadamente el semáforo hizo que los carros no los dejaran pasar a ellos y mi amiga pasó por mí y me llevó a salvo a mi hogar”, explicó.