Ansiedad…

   •    Anhelamos que llegue el día siguiente, sobre todo los jóvenes cuya meta es comerse el mundo de un solo bocado; la ansiedad hace que sus días se hagan eternos, siempre llevan una cuenta regresiva para el día “D”, sus metas los hacen correr y aún con ello, sienten que no avanzan


Todos somos el resultado de nuestros actos, nuestro futuro está tremendamente influenciado por el pasado; pero lo más extraordinario de estos dos tiempos, es que en medio de ellos siempre tenemos a nuestro presente; pero vivir el presente es la parte más difícil de nuestra existencia, ubicarnos en la realidad a veces es lastimosa y preferimos cobijarnos con los buenos recuerdos; pero cuando nuestro presente es feliz, nos olvidamos que fueron las espinas las que influyeron en las delicias del momento que vivimos; jamás olvidemos que la paz viene después de la tormenta.

También, anhelamos que llegue el día siguiente, sobre todo los jóvenes cuya meta es comerse el mundo de un solo bocado; la ansiedad hace que sus días se hagan eternos, siempre llevan una cuenta regresiva para el día “D”, sus metas los hacen correr y aún con ello, sienten que no avanzan.

Esperan el día para ver a la novia o el novio; cuentan los días para su graduación escolar; la fecha para el inicio de la temporada del fútbol; el día de su cumpleaños; cualquier situación fuera de lo ordinario hace que sus corazones latan y que el tiempo se haga lento.

Con calma y nos amanecemos jóvenes; ese tiempo que hoy para ustedes parece estar detenido, es quién les enseñará que la vida debe disfrutarse poco a poco; que la ansiedad es solo un accidente del pasado y una expectativa del futuro que nos impide disfrutar el presente.

El mañana vendrá, con o sin nuestras prisas y ansiedades; entonces, ya que no está en nuestras manos el control del tiempo, saquemos el mayor provecho posible al que estamos viviendo; pues de otra manera, cuando llegue ese mañana tan vehementemente esperado no podremos disfrutarlo por haber perdido lastimosamente nuestro pasado.

Citando a Antonio Machado, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”; que tu ansiedad solo sea el preámbulo de tu mañana feliz; pero disfrútala, no la sufras; espera con ansia, pero vive el presente para construir tu futuro, y entonces, solo entonces, sabrás complacerte con el aroma de la rosa, sin importarte las veces que te hayas espinado.

Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.

Miguel Rosales Pérez

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