Anselmo Estrada

Hay veces que las palabras no alcanzan a expresar el duelo, esta es una de ellas; Anselmo Estrada ha muerto y prefiero rememorar su vida porque su muerte duele mucho.

Fuimos, Arturo Herrera y yo, sus compadres “de grado” una y otra vez. Convivimos en sus diferentes domicilios, junto al ICLA, luego en Rosales y más tarde cerca de Maestranza. Viviendo nosotros en la calle de Villa, bajábamos con los Estrada a escuchar el grito en la plaza Pedro María Anaya cuando estaba ahí la sede del Gobierno Estatal, además ese día celebrábamos los cumpleaños de Anselmo y Angelina, su esposa.

Anselmo llevó a Miguel Ángel Granados y a Arturo a escribir una columna, siendo todavía estudiantes de preparatoria en el periódico local que prácticamente él dirigía. Ambos siempre le reconocieron esa iniciación generosa.

La Fundación Arturo Herrera Cabañas A.C. en 2015 le otorgó la medalla al mérito ciudadano. Fue para nosotros un honor que él la recibiera. Prefiero agregar el texto que con ese motivo se leyó.

UNA VIDA PERIODÍSTICA

En estos momentos en que la libertad de expresión resulta un anhelo y un bien caro para la sociedad mexicana, es que diversas organizaciones ciudadanas de Hidalgo han propuesto dar un reconocimiento a Anselmo Estrada Alburquerque por su larga e ininterrumpida carrera en el periodismo. Lo que viene a ser un viento fresco ante “los premios” o auto premios que se otorgan los poderes locales, que significan una visión autorreferencial de sí mismo, abiertamente divorciado de la sociedad que sólo mira, lejos en el coro.

Anselmo Estrada Alburquerque es un periodista que ha trabajado en varios diarios del Estado de Hidalgo y de México. Después de trabajar en la Compañía Real del Monte y Pachuca, que como todo joven pachuqueño a principios de los años cincuenta recurrió al trabajo en las minas y la maestranza, que prontamente dejó al incorporarse a una empresa editora con amplias expectativas de desarrollo: El Sol de Hidalgo, que gozaba de las mieles del poder con el vínculo de la cadena García Valseca.

En El Sol de Hidalgo, creado el 27 de junio de 1949, y siendo su director el profesor Rafael Cravioto, Anselmo Estrada prácticamente fue un organizador en la corrección de estilo y revisión periodística. Mis informantes señalan que en esos años se encargaban de la edición diaria, “El Pony” dedicado a la sección deportiva, Josefina Díaz Herrera en nota policiaca, Lidia María Andrade en sociales.

El Sol de Hidalgo llega a desplazar al periódico Renovación, mismo que inició la primera etapa del periodismo informativo en la entidad, este había entrado en una franca decadencia, y su caída se debió a la histórica inundación de 1949 que dañó irreparablemente el equipo e imprenta. Años antes el editor de Renovación Jesús Castañeda reveló que el nombre de Renovación fue escogido: “porque en la década de 1930 no podían expresar libremente las ideas. Meses antes del nacimiento de Renovación había cerrado el periódico El Yunque, que dirigían Rafael Vega Sánchez y el coronel Porfirio del Castillo, un tanto porque resultaba incosteable y otro por las presiones políticas que ejercían funcionarios del gobierno del Estado y algunos caciques”.

A Anselmo Estrada le tocó vivir dos etapas claves de El Sol, que coincide con el parteaguas de la política hidalguense. La constitutiva dirigida por Rafael Cravioto Muñoz, quien duró en el cargo 26 años hasta que siendo simultáneamente diputado federal y director del diario se generaron los sucesos de la desaparición de poderes de abril de 1975, y la siguiente etapa donde llega Fausto Marín Tamayo. Corresponden a dos estilos distintos de vínculo con el poder local.

En esa primera etapa de El Sol tiene la marca de Anselmo Estrada. La de reportear e investigar las noticias. Fue así como desde el principio de este periódico que se inició con la gran inundación de Pachuca, Anselmo Estrada va tener no sólo la información directa y objetiva que requiere todo periodista sino además la opinión y el punto de vista. Fue así como nace la columna “La inocente polvorita” de la pluma de Estrada.

Desde luego que no tenía ninguna de las palabras. Ni era inocente ni mucho menos “polvorita”, el nombre corresponde a la explosión en la casa de un político donde había una gran cantidad de pólvora en 1980, y el reportaje trajo críticas desde el cuarto piso. En esa columna periodística podemos ver la personalidad real del autor, es un género que permite conocer la opinión de hechos pero también la crítica.

Anselmo Estrada se conoce y está sumamente ligado a “La inocente polvorita”. Pero su labor periodística es larga, inicia con periodismo independiente elaborando folletos para los mineros de Pachuca, fue integrante del diario Mercurio; posteriormente ya en El Sol se da a conocer y será director del suplemento El Sol del Campo que la cadena de la OEM impulsó durante varios años de manera gratuita. Fue reportero de diarios nacionales como El Universal y UnomásUno cuando al lado de Miguel Ángel Granados Chapa trabajó varios años. Regresó a Pachuca y laboró en Milenio, y actualmente en el diario Criterio.

Related posts