HOMO POLITICUS
Ante la indefensión social experimentada en los ataques fundamentalistas, los ciudadanos de Europa se aprestan para atacar al Estado Islámico desde las redes sociales; se denominan “Anonymous”, como la emblemática figura de la consabida cinta cinematográfica.
La arenga de las redes sociales parece sólo la calentura de la impotencia, empero, todos sabemos que no existe ningún sistema electrónico invulnerable; es desde este escenario de donde “Anonymous”, atacará a ISIS, tratando de infiltrase en sus redes afianzando una estrategia de ofensiva para de múltiples formas, integrar un bloque que debilite a ISIS.
Esta respuesta social que trascendió desde las diferentes redes sociales conocidas, pretende convertirse en una especie de “vigilante anónimo”, que se encuentra jugando con fuego, porque así como ISIS mostró la fuerza para golpear a los estados europeos, podría hacerlo focalizadamente hacia grupos de la sociedad civil, ello no es un juego y mucho menos una ilusión, quién no lo quiera entiende es porque es un estúpido.
Debemos apreciar, que han sido las grandes potencias occidentales las que han desatado la respuesta del fundamentalismo, esto no se ha querido reconocer y se han tendido velos de diversa especie para hablar de una respuesta de defensa lógica de estos grupos como ISIS. Recordemos las cuestiones retorcidas como la invasión a Irak, donde se cometió un genocidio y, qué decir de las atrocidades que se han cometido contra el pueblo Sirio, que ahora se ha visto forzado a abandonar su tierra para no perecer víctimas de los apetitos imperiales de Rusia y Estados Unidos.
Lo que debería suceder, es que de una vez por todas los intereses geopolíticos cedieran su lugar al respeto al derecho de autodeterminación entre los pueblos, pero ello es sólo una ilusión, la verdad, es que seguiremos presenciando las atrocidades como la, invasión a Irak, donde los grandes intereses económicos violan cualquier principio de soberanía, inclusive, utilizando el crimen para concretar sus fines, creando genocidios que afrentan a la humanidad.
No nos equivoquemos, la paz mundial sólo se logrará cuando aprendamos a respetar al otro, cuando no intentemos decidir que es bueno para el mundo, cuando el respeto al derecho ajeno no sea letra muerta.