BAJO RESERVA EXPRÉS
Al interior del grupo de don Ricardo, quien mañana asume la dirección del partido, se percataron de los movimientos de Madero y el nuevo presidente del partido decidió mandar una señal: las decisiones se toman de este lado y mandó a volar a don Gustavo, su padre político, y a sus operadores, nos aseguran.
Con la jugada del miércoles, el nuevo líder electo del PAN, Ricardo Anaya, dio un manotazo doble: sacudirse el sambenito de que dependía, de que era un apéndice del dirigente saliente Gustavo Madero, y poner quieto al mismísimo chihuahuense que se paseaba por San Lázaro como el próximo coordinador parlamentario de la bancada azul, nos explican.
El joven Ricardo puso en la mesa el nombre del michoacano Marko Cortés para ocupar el liderazgo del grupo parlamentario y que deberá ser ratificado por sus compañeros en la reunión plenaria, programada para el lunes y martes de la próxima semana en Tijuana, nos explican.
El nombramiento, nos comentan, paralizó a Madero, quien intentaba asumir el control de la bancada con dos de sus operadores: Carlos Olson, en el asunto de las finanzas, y Jorge Villalobos, en la operación política. Ambos estaban metidos, incluso, en la preparación de la plenaria de Tijuana.
Al interior del grupo de don Ricardo, quien mañana asume la dirección del partido, se percataron de los movimientos de Madero y el nuevo presidente del partido decidió mandar una señal: las decisiones se toman de este lado y mandó a volar a don Gustavo, su padre político, y a sus operadores, nos aseguran.
¿Qué futuro tiene Madero en San Lázaro?
Nos dicen que una salida puede ser la pelea por la mesa directiva de la Cámara de Diputados. Sin embargo, necesita del respaldo y la negociación con Anaya.
