
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, admitió este jueves que los 32 migrantes secuestrados en el estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos “fueron liberados” por sus captores y “no rescatados” por el Gobierno, por lo que aún no se reportan detenidos.
Las declaraciones del mandatario contrastan con las del vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, y la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quienes este miércoles aseguraron que las autoridades “rescataron” a los migrantes, identificados con procedencia de Colombia, Ecuador, Honduras y Venezuela.
En su conferencia matutina, López Obrador aclaró que la investigación continúa, pero que el móvil del crimen fue para extorsionar a los familiares de los migrantes, al reportar un total de 32 víctimas tras sumar una bebé que no se había contabilizado en un principio.