
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acusó ayer al gobernador de Texas, Greg Abbott, de ser “antimexicano” por sus políticas antiinmigrantes y por el cerco de púas que instaló en la frontera común.
“Ese señor gobernador de Texas, con todo respeto, es antimexicano, se olvida de que Texas era de México y pone alambradas y tiene una política antiinmigrante y en contra de los que por necesidad tienen que ir a buscarse la vida a Estados Unidos”, declaró el mandatario en su conferencia matutina.
“Pero (es) muy inhumano, y yo diría muy insensible y muy oportunista porque eso es politiquería”, agregó.
Las tensiones entre el Gobierno de México y el de Texas han crecido en el último año por las medidas migratorias de Abbott.
La Cancillería mexicana denunció, por ejemplo, que el 14 de enero que una mujer y dos niños de México murieron ahogados en el Río Bravo, donde el cerco de púas que instaló el gobernador impidió el actuar de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.