Amar esta de pelos, plumas y otras amenidades

Amar esta de pelos, plumas y otras amenidades

POR EL DERECHO A EXISTIR

Belleza es cuando un ser toca las fibras más sensibles de las personas y se crean momentos que se convierten en los mejores recuerdos, seres de cuatro patas o con alas tienen la mística de alegrar los momentos complejos y con sus ladridos, maullidos o cantares devolver la inspiración para continuar, para muchas personas son mascotas, para otras son parte de la familia, hay incluso quienes dotan de significados interesantes como tótems a quienes son compañeros y guías de vida.

Yo me tope hace unos 10 años con la fortuna de encontrar a una perrita en situación de calle, al principio pensé que yo la había rescatado, con el paso del tiempo me di cuenta de que ella fue enteramente la heroína de la historia y a quien la gratitud se muestra infinita.

Fue toda una odisea que la dejaran subir al transporte público, llena de rastas y pulgas, pero al parecer el conductor de la combi era un aliado y buen cómplice para transportarla, aun con la incomodidad de las personas usuarias, otro aliado importante fue el compa de la estética canina que no me cobró las navajas de su máquina que se rompieron a causa de los nudos tan profundos del paso de la sobrevivencia en la calle.

En su llegada la y el roomie fueron super cálidos para su pronta adaptación y, por supuesto, el acto tan simbólico de nombrarle, y a pesar de que su color era blanco, al momento las marcas del olvido eran evidentes, su cuerpo tenía manchas de diversas sustancias, seguramente grasa de los basureros y quien sabe de qué otros espacios, así que su nombre artístico fue “Manchitas”, quien pronto se hizo amiga de “Coffe”, la otra inquilina de donde habitábamos.

Manchitas me esperaba cada tarde al llegar de la escuela, su alegría era muy notoria al verme, pero era bastante contenida, muy mesurada en sus muestras de afecto, sabía cómo acompañar sin ser invasiva. Después migré por cuestiones laborales y, como toda hija irresponsable, dejé a la bendi con mi mamá, mis palabras sonarán a justificación y sinceramente lo es, pero el lugar de Manchitas no era conmigo, sino con mi mamá, ahí encontró la mutualidad en cuanto a refugio y amor, su partida fue muy difícil para todos, pues casi que sin querer se hizo un miembro más de la familia, ese ser incondicional, leal y amoroso que dejó tremendas enseñanzas y se hizo simplemente inolvidable.

Hay mucho por aprender en el cuidado y acompañamiento con los seres que llegan a nuestra vida, las relaciones que se configuran son bien interesantes, y por ello el reconocimiento total a las y los compas que rescatan a los peludos de la calle y les brindan una oportunidad a las personas para encontrar el cariño y afecto que sin igual saben dar, siempre que tenga la oportunidad adopte, no compre. Es mejor promover dar vida digna a quienes están en el abandono, que propiciar la explotación de los cuerpos de otros animalitos, ellos también tienen el derecho de existir.

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