CINE DE AYER
Dentro del espléndido ciclo dedicado a Mikio Naruse (1905 -1969) organizado por la Fundación Japón y la Cineteca Nacional, tuvimos la oportunidad de ver Nubes flotantes, considerada por algunos críticos como su obra maestra.
Filmada en 1955 está basada en una novela homónima de Fumiko Hayashi que narra la historia de Yukiko (Hideko Takamine, la actriz favorita del realizador) y Tomioka (Masayuki Mori) quienes se hacen amantes en Indochina, durante la Segunda Guerra Mundial.
Y aunque la invita a Tokio, al término de la conflagración es incapaz de abandonar a su esposa, “pues consiguió mantener la casa a flote durante el conflicto”.
Yukiko se ve obligada a prostituirse con los soldados norteamericanos para poder sobrevivir.
Y aunque Tomioka la trata despectivamente, la busca luego de que se ve obligado a vender su casa y enviar a su esposa al campo.
Sin embargo, las cosas van de mal en peor para él, y tendrá que aceptar la ayuda de su amante, que es capaz incluso de robar para poder escapar con él a una lejana isla.
El filme recuerda otro clásico, Los amantes crucificados de Kenji Mizoguchi, también filmado en blanco y negro. Pero a diferencia de éste, el hombre nunca externa su pasión y trata despectivamente a su mujer.
La fotografía en blanco y negro de Masao Tamai es muy buena, al igual que la actuación de la pareja central.
Ukigumo resulta pues un bello y conmovedor relato acerca de unos amantes malditos, que es un clásico que no hay que perderse.
