En los últimos dos meses, un promedio de 50 migrantes deportados por el gobierno de Estados Unidos o que voluntariamente regresaron a sus comunidades de origen han acudido, por semana, a la dirección de Reglamentos para gestionar la apertura de un negocio formal o expender productos en vía pública, sobre todo alimentos.
Así lo informó Fernando Jaime Morales Sánchez, titular de la dependencia, quien indicó que, en su mayoría, son personas que tienen entre 40 y 60 años, quienes argumentan que por la edad, en México, difícilmente podrán insertarse en el ámbito laboral, ya que casi nadie ofrece trabajo en ese rango.
“Su principal preocupación, es que ya en ningún lugar les dan trabajo, por lo que no tienen otra alternativa que autoemplearse para llevar el sustento económico a sus hogares”, compartió.
El funcionario explicó que, quienes han requerido información o permisos a la dirección de Reglamentos, ven en el comercio la única opción para sobrevivir y mantener a flote a sus familias.
Dijo también que hay personas que traen dinero y van por la apertura de un negocio formal, pero quienes fueron deportados, solicitan anuencia para vender lo que sea en vía pública.
“Hay otros que ni siquiera acuden a la dependencia simplemente se instalan en las calles, eso se nos está complicando porque por cada puesto que quitamos de las calles, mañana aparecen tres”, subrayó el servidor público.
En tanto detalló que en el primer trimestre del año, mil 538 patentes fueron renovadas de un total de nueve mil 932 comercios que conforman el padrón de la dependencia.
De los registros comerciales renovados, 531 corresponden a giros de alto impacto y mil 187 de bajo impacto, entre los que predominan las misceláneas y negocios que expenden comida.
Finalmente, el funcionario recordó que la ley establece que la renovación de patentes debe realizarse en los tres primeros meses del año.
