
La Coordinadora Estatal del personal Operativo de las Enfermedades Cardiometabólicas del Primer Nivel de Atención, Aida Amador Gress, invita a la población en general a fortalecer su sistema inmunológico a través de una alimentación correcta, ya que actúa como un modulador, previniendo enfermedades virales, bacterianas así como crónicas.
Consumir alimentos naturales, frescos, variados y balanceados propios de la región basadas en el “Plato del buen comer”, acompañados de una buena hidratación y una actividad física moderada y un peso saludable sin lugar a dudas genera múltiples beneficios a nuestro cuerpo para obtener una mejor calidad de vida.
Te recomendamos consumir alimentos que incluyen nutracéuticos que te ayudarán a modular tu sistema inmunológico como lo son: Alimentos ricos en antioxidantes, la mayor fuente de estos alimentos se encuentran en las frutas verduras y semillas que contienen nutrientes como la vitamina A, nutriente importante para la visión, el sistema inmunológico, la reproducción, además apoya el buen funcionamiento del corazón, los pulmones, los riñones y otros órganos. Esta vitamina la encontramos presente en zanahorias, brócoli, espinacas, calabaza y melón.
En el caso de la Vitamina C, ayuda a desarrollar una piel sana, y con un papel inmunoprotector ya que actúa como una barrera para los microorganismos, lo encontramos en los cítricos como las naranjas, mandarinas, fresas, guayaba, limón, piña o infusiones. Otra vitamina antioxidante importante es la vitamina E ya que protege las células inmunes de daños, evita el envejecimiento prematuro y está presente en almendras, semillas de girasol, mantequilla, aceite vegetal, espinacas y brócoli.
Algunos otros nutrientes que cumplen funciones antivirales o de inmuno-moduladores son: Vitamina D, está presente en el sol, además de alimentos enriquecidos como la leche o bebidas vegetales como de almendra o soya, pescados grasos como el salmón, trucha y el atún así como la yema de huevo y algunos cereales integrales fortificados.
El Zinc, apoya la creación de nuevas células del sistema inmune, lo que contribuye a la capacidad del cuerpo para sanar las heridas.