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ALFIL NEGRO

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LOS ANTORCHISTAS QUISIERON CHANTAJEAR
COMO SIEMPRE, Y SE LES APARECIÓ EL DIABLO

Todo indica que se les acabó el jueguito a los antorchos.
Ellos, tan dados a chantajear a los gobiernos estatales, sobre todo en los días previos a eventos importantes en que amenazan o de hecho se posesionan casi siempre de la Plaza Juárez para reclamar millonarias cantidades (en esta ocasión 1,600 millones de pesos) para obras que ELLOS deciden  y donde ELLOS quieren, porque hacen falta PARA LOS POBRES que desde luego ELLOS determinan porque son sus representados, como si sólo ellos necesitaran de apoyos.
Casi siempre lograban lo que querían, con un destino incierto del dinero que por millones iban a parar sepa dónde.
En estos días se lleva a cabo en Pachuca la Cumbre Hemisférica de Alcaldes que reúne a presidentes municipales, y personajes de 24 países del mundo  en un número que llega a más de 1500 personas que nos pone en la retina de toda América.
Como es obvio, se trata de que Hidalgo quede bien con los visitantes, para poder aspirar a sacar buenos frutos para el estado en lo industrial, comercial,  inversiones, cultural, acuerdos y convenios en que nuestra entidad salga ganando con lo que mostremos de estado organizado y tranquilo.
A eso se le apuesta.
Vaya oportunidad para los antorchos, para sus estrategias de chantajes.
Este escenario era suculento para sus fauces de lobos. Seguramente pensaron que con una amenaza de salir a la calle para exhibir un gobierno que no escucha el reclamo de los pobres ante los visitantes, con toda seguridad el gobernador OMAR FAYAD, doblaría las manitas y les entregaría en charola de plata los 1,600 millones de pesos para SUS OBRAS, con tal de que no salieran a la calle
Eso pensarían y a lo mejor hasta harían cuentas alegres de los millones. Las cuentas de la lechera del cuento.
GUADALUPE ORONA URÍAS, la eterna líder de los antorchos, tan dada a conferencias de prensa, pudo pensar en alguna para anunciar este logro en favor de los pobres, que siempre se invocan como base de sus protestas.
Pudo, porque no hubo nada.
SUCEDE QUE NO FUE COMO OTRAS VECES…
Pero en esta ocasión el chantaje valió gorro como se dice coloquialmente, porque el gobernador FAYAD no es de los que se asustan. Y palabras más palabras menos, les dijo que el gobierno del estado no cederá a chantajes y mientras su demanda vayan por los 1,600 millones de pesos se pueden quedar a vivir en la Plaza Juárez. Y luego de que se plantaron en la plaza señaló que creía que se quedarían a vivir ahí y que con toda honestidad les había dicho a sus líderes que no podía atender un pliego  de esa cantidad porque es imposible.
Y añadió que es una organización acostumbrada a chantajear, en esta ocasión por la Cumbre de Alcaldes o por la proximidad del informe, y sin muchas vueltas, señaló que no le teme a los posibles bloqueos de los antorchos y que si pudiera bajar la cantidad de dinero que exigen, lo haría para muchos hidalguenses que lo necesitan, porque no sólo los de Antorcha lo necesitan.
Por otro lado, apuntó como camino de solución, que las necesidades que plantean se pueden inscribir en los programas que tiene el gobierno y dentro de la ley.
Y afirmó algo que define la situación y como mensaje para que no busquen en su estilo de amenazas y chantajes:
 “No me conocían o no me conocen, no les voy a soltar un peso con sus acciones por la Cumbre de Alcaldes. No lo creo”.
EL ESTILO ANTORCHISTA…
Los antorchos sacaron los dientes y se plantaron en la Plaza Juárez. No es nuevo, han estado hasta tres meses. Y salieron a protestar con cartulinas para exhibir su enojo ante los ojos de los visitantes en la Zona Plateada, es su estilo de siempre.
No lograrán más que exhibirse ellos mismos.
Dinerito no va a haber porque no lo hay y en  todo caso, se gastará de acuerdo al Plan Estatal de Desarrollo, no del plan antorcho.
Omar no se asusta con sus chantajes y hace bien, como tampoco se niega al diálogo para acordar que los pobres no son ellos solamente sino muchos miles de hidalguense, y que hay que gastar el dinero para todo los que lo necesitan y que así se hará.
Les falló el chantaje y qué bueno.
El jueguito del chantaje no funcionó esta vez, porque no tienen razón y porque no hay dinero para sus caprichos, y porque hay programas que atienden a los pobres, pero a todos, no sólo a los que quieren los antorchos.
Pero fundamentalmente porque sus jueguitos no asustan a Omar, que los atiende, pero no a golpes, y menos con chantajes.