ALFIL NEGRO

EMPEZARON A BRINCAR LOS CONEJOS
 

Lo que sólo parecía una sospecha, sobre buscar piedras para arremeter en contra del gobierno estatal, en contra del gobernador OMAR FAYAD se va cumpliendo en una agenda con orígenes de financiamiento y de promoción que bien  puede tener padrinos y  manos que mecen la cuna de todo esto que parece campaña, disfrazada de muchas cosas pero que si tiene cola de pata, pico de pato y plumas de pato, parece que es pato. Faltaba más.
Se necesita ser muy inocente para aceptar que todo esto que vivimos sobre todo en estos días sea espontáneo y nacido del ritmo normal de nuestra vida.
Más vale pensar mal, para medio acertarle.
En el fondo del asunto parecen estar los dolidos y resentidos que esperaron esta hora para cobrar afrentas o despojos de reinos que siempre consideraron propios y que de la noche a la mañana perdieron, con el dolor de no poder disponer ya de poder y sobre todo de dinero para sus decisiones que casi siempre acababan dejándoles beneficios, que ahora Citlali Jaramillo debe poner en su lugar en nombre de una ciudadanía harta de esos seres superiores que en nombre de la ciudadanía hacían y deshacían a su antojo, para dar cumplimiento al compromiso del gobernador de cerrarle el paso a la corrupción y la impunidad.
Aparte de los tradicionales plantones y actitudes de Antorchos, de las acciones grillas del Gasolinazo y Carestía, de las exigencias válidas de los familiares de los muertos en Ixmiquilpan y alentados en este momento por quienes buscan exhibir a un gobierno insensible y ajeno al dolor de las familias, se debe ver con atención qué es lo que se busca y se quiere con este tipo de acciones.
Está claro que los Antorchos quieren exhibir a un gobierno que no atiende a los pobres, según dicen ellos, porque la administración estatal no les suelta los millones que exigen para obras que ELLOS deciden, aunque se cuidan de señalar que es la ciudadanía más pobre la que lo exige.
Se supone que existe un PLAN ESTATAL DE DESARROLLO creado con las voces de los hidalguenses para canalizar el dinero que se tiene en acciones que atiendan el desarrollo de Hidalgo empezando por darle solución a los más necesitados.
Desde luego que los pobre deben ser atendidos y que el gobierno del estado en nombre de todos les debe atender de acuerdo a las posibilidades que se tengan y con un plan que no lo lleve a  dar palos de ciego.
Pero de esto que tiene bases de planeación a tener que canalizar el dinero de todos a lo que señala una organización  incluso con chantajes como esto de hacerse más presente que nunca en vísperas de eventos que requieren un clima de tranquilidad como es el informe, como que no.
Pero es cuando más aprietan, porque es algo que tienen muy ensayado, de tal manera que la apuesta es que el gobierno doble las manos a sus caprichos, para no tener un cuadro de protestas que enturbiaría el informe.
¿Debe el gobierno ceder? Parece que no. Su obligación es atender a todos, de acuerdo al plan estatal que marca el rumbo de acciones, obras y gasto público. No hacerlo así es faltarle el respeto a los hidalguenses que han señalado el camino, sin descuidar a los más necesitados, pero de acuerdo a un plan y proyecto no a las ocurrencias de quienes se sienten los salvadores de los pobres y a quienes, parecen utilizan para su beneficio.
Y así los del Gasolinazo, las machincuepas de ciertos alcaldes que como el de Ixmiquilpan  aprovecha las fechas para hacerse presente con cada ocurrencia que Dios salve la hora.
No faltan los hurgadores que van buscando  debajo de las piedras algo con que cuestionar, pegar o exhibir. Que si se gastó de más en la compra de chicles, que si vieron feo a las personas, que si no saludó a fulanito, que si se paró con el pie derecho… etc. etc. en este raro examen en que todo se reprueba.
Debe haber cosas buenas, faltaba más, pero eso no cuenta en esta hora de la justicia por la espalda.
Están en su derecho.
Sin embargo llama la atención y es posible que detrás de muchas de estas acciones estén grupos de dolidos que ven como en este sexenio los negocios que antes podían hacer se cancelaron, sobre todo en el negocio de las casas habitación donde se hinchaban de dinero  con permisos, adjudicaciones de obras, y violaciones  la ley sin que nada pasara.
Como todo esto se acabó, sacan las uñas y los dientes, disfrazando todo de juicios elegantes para morder.
Sin embargo no parece que OMAR FAYAD vaya a dar media vuelta en esto del combate a la corrupción.
Así griten, manoteen, gesticulen, hagan dengues o maldigan.
Se hizo un compromiso de frenar la corrupción y al parecer no hay regreso.
Porque puesta la mano en el arado el que vuelve la vista atrás, se convierte en estatua de sal.
Y eso no parece que vaya a pasar.

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