ALFIL NEGRO

GANARÁS EL PAN

CON EL SUDOR DE TU FRENTE

(o lo que es lo mismo, trabajando)

 

 

Vale la pena preguntarse si es válido y justo que con dinero público, es decir que se genera con el esfuerzo de todos los mexicanos  como usted que trabaja y que paga impuestos, se tenga que pagar supuestos salarios GANADOS por supuestas horas de trabajo dando clases en Oaxaca a maestros de la CNTE de la sección 22, que todo mundo sabe que no asisten a las escuelas y se pasan el tiempo, si no todo, si gran parte del mismo, en protestas, agrediendo a instituciones oficiales y privadas, cerrando carreteras, y todo lo que se sabe de ellos por razones muy cuestionables.  Y más bien parece que es tiempo de actuar con lógica y aplicar algo tan sencillo como aquello de que quien trabaje que cobre y más si es dinero público, y quien no trabaja no debe cobrar nada por más grilla que haga.

Cuestión de ejercer la autoridad.

No parece que haya alguien que acepte que sus impuestos vayan a parar a manos de este tipo de maestros.

 

El día de ayer nuevamente la capital del país es escenario de la presencia de miles de maestros de la sección 22 de la CNTE del estado de Oaxaca que se hacen presentes para colapsar a la ciudad de México en algunas de sus avenidas principales como es la avenida Reforma, para presionar al gobierno de la República en busca de que éste ceda a sus reclamos de pago de salarios para dos mil maestros de la nómina magisterial, se les reconozca carrera magisterial para obtener una plaza y mayores beneficios médicos.

Exigen pagos inmediatos, además de que su líder, un tal Rubén Núñez, dice que las movilizaciones seguirán aunque haya acuerdos.

Las pérdidas ocasionadas al comercio son millonarias según señalan los dirigentes de los comerciantes, a lo que se suma el enojo de los capitalinos que ya no aguantan a los de la sección 22, que no gozan de la simpatía de los chilangos que lo menos que dicen de los maestros es que son gente indeseable que no trabajan y hacen de una supuesta bandera de búsqueda de justicia un pretexto para buscar ganancia económica sin trabajar.

 

Y la verdad es que los ciudadanos que sí trabajan, que se levantan temprano para acudir a sus centros de labores, que tienen que velar por sus hijos en una ciudad tan compleja como es México, no pueden entender que haya gente como estos que se dicen maestros, y que llevan -según se dice- meses sin acudir a sus aulas para dar clases y anden de un lugar de protesta a otro con la misma postura, dejando a más de un millón de niños en Oaxaca sin clases. Porque lo mismo protestan porque no aparecen los 43 normalistas y exigen que aparezcan con vida, que exigen pagos de sus salarios, sin bases, porque se supone que quien no trabaja no tiene derecho a salario; o quieren una ley educativa especial ajena a la ley del país, sólo porque ellos consideran que así debe ser en su estado, porque ellos mandan ahí y porque el gobernador de esa entidad no supo, no quiso o tuvo temor de enfrentarlos para hacer cumplir una ley general del país.                       

Pero es absurdo que estos que se dicen maestros se sientan por encima de la ley, y lo mismo cierren avenidas que aeropuertos, bancos, embajadas, sedes de partidos políticos, quemen patrullas, se enfrenten a la policía, tomen casetas de cobro y CUIDADO CON QUE LA AUTORIDAD LOS TOQUE CON EL PÉTALO DE UNA ROSA, porque entonces el gobierno es represor y de inmediato entra Derechos Humanos en su defensa.

Parece que ya es tiempo de que se haga cumplir la ley y la lógica.

Si no trabajan no les paguen, como se hace en todo el mundo.

Si violentan la ley que se les aplique la misma en lo que delinquen.

Porque el dinero que quieren es público y quienes pagamos impuestos no aceptamos que lo que pagamos como impuestos, se entregue a quienes lo exigen sólo porque sí, sin trabajar.

A los maestros que trabajan, como los de Hidalgo, se merecen el salario y no decimos nada, porque se merecen su salario pese a que pueden no estar de acuerdo con la ley de educación; pero, que sepamos, nunca han dejado sin clases a los niños, como estos grillos baratos de la sección 22.

En esto, los de la sección XV son infinitamente superiores, en cuanto a responsabilidad y sentido social.

Pero mientras haya autoridades que los aguanten por motivos políticos y partidos que los alienten para adornarse de democráticos y así ganar votos, y grillos que los apadrinen, pobre país y pobre México.

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