MIL VECES UNA PELEA ENTRE PRI Y PRD,
QUE EL SHOW ENTRE PACQUIAO Y EL TAL MAYWEATHER
Nos volvieron a ver la cara con la supuesta pelea del siglo entre un boxeador gringo y un filipino, que se llevaron millones de dólares que pagamos los aficionados al box, o los que nos dejamos engatusar con la propaganda de un evento nunca visto, que al final de cuenta resulto un vulgar show de teatreros venidos a menos que ni divertidos fueron, y que de gladiadores no tuvieron nada. Lo único que provocaron fue el rechazo de todo mundo y la vergüenza interna de quienes cayeron en el manejo publicitario de quienes hicieron el negocio de su vida, con un espectáculo que a nadie dejó satisfecho porque no cumplió con lo que se prometía como la gran pelea del siglo, y que no resultó ni siquiera una buena pelea de cantina.
Pero no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre.
Aquí como dicen los expertos, es el manejo de masas lo que se impone, porque es tal el manejo que se hace del evento, que al final se convierte en una necesidad para todos, hasta el grado de que todos quieren estar ahí o por lo menos ver la pelea por la tele, de tal manera que en Las Vegas se pagaban cantidades exorbitantes para verla auque sea por circuito cerrado, porque era el evento de eventos y en todo el mundo se esperaba como la maravilla de las maravillas.
Hasta los que no sabíamos de box nos interesamos por esta pelea, porque los publicistas supieron vendernos el hecho con tales ribetes de maravilla que no nos la quisimos perder.
Se volvió una necesidad para todos.
Y cuando llegó la hora de la verdad, la decepción, porque lo vendido era hueco, no era real, era un cuento… era falso, no era verdad, era mentira.
Porque la pelea, si usted la vio, no resultó la maravilla que se nos dijo, ya que los boxeadores no eran ni son lo maravillosos que se nos dijo; por un lado el filipino que ya vio pasar sus mejores años, lento y sin pegada nunca fue capaz de cazar al conejo huidizo que es el gringo, que nunca ofreció pelea de frente y que todos los rounds se la pasó huyendo o abrazándolo, en una pelea que de ser tiempo de los gladiadores, con toda seguridad hubieran ordenado que les cortaran la cabeza a los dos por mansos.
La decepción en los presentes, en las celebridades como Jordan, Steffi Graft, Barkley que lograron sus triunfos con sudor y lágrimas eran evidentes, así como en millones de aficionados que en todo el mundo con toda seguridad maldecían la hora en que fuero víctimas de la publicidad.
Y así toda la pelea, y mientras tanto en México Televisa haciendo de las suyas repitiendo los rounds porque se le fueron las patas, y una transmisión sin pies ni cabeza.
Tal como se dieron las cosas, mil veces las peleas entre el PRI y el PRD, que por lo menos divierten más que este show absurdo entre estos dos boxeadoes que ni eso lograron, pues uno hacía como que golpeada y el otro como que lo abrazaba y como que esquivaba los golpes.
Y así 12 rounds de aburrimiento.
En lo que se suponía era la pelea del siglo y que no fue más que un robo y una burla de la afición del mundo entero.
SI ESO PASA EN EL DEPORTE ¿QUÉ NO PASARÁ EN LA POLÍTICA?
Si eso pasa en el deporte que se supone es una actividad limpia y noble, ¿qué no pasará en la política tan cuestionada?
Si en el deporte se hace un manejo de masas de manera tan rara, por no decir tan sucia, ¿qué se pude esperar de la política donde se ven cosas tan especiales?
A lo mejor por eso en las redes sociales aparecen luego ríos de lodo atribuibles a todos los partidos políticos, aunque luego todos los partidos ponen caras de santo y niegan ser los autores de lo que todo mundo más o menos sabe de dónde viene.
Y luego las queja de que la gente no acude a votar o de que se alejan de las urnas de votaciones cansadas de las jornadas electorales.
Pero si nos vendieron como una maravilla una pelea de payasos, qué no nos venderán como maravillas en una actividad tan seria como la política en tiempos electorales… habrá que tener cuidado porque ya se acerca la hora de elegir con el voto y eso es cosa seria.
