ALFIL NEGRO

*ABSURDA OPOSICIÓN A OBRAS

DEL CENTRO CULTURAL EL RELOJ

 

El cambio en las ciudades es algo natural, es parte esencial como seres vivos que son, y que nadie, nadie puede frenar por más dengues que haga, siempre que estos, los cambios,  como parte del proceso lógico de crecimiento no signifiquen agresión a la vida de la ciudad sino todo lo contrario, mejoría y un paso adelante en el servicio a la ciudadanía que es la que finalmente debe salir beneficiada, y no grupitos de iluminados que de pronto surgen como aparentes dueños de los pueblos o de las ciudades, con tal sentido de propiedad que exigen se les pida permiso para cualquier acción que se pretenda llevar a cabo en los edificios, plazas o equipamiento urbano, sin aceptar que para eso los ciudadanos eligieron a una autoridad que tiene la facultad y el derecho de  decidir en razón de esa autoridad que la gente les dio.

En Pachuca se da el caso del CENTRO CULTURAL EL RELOJ que busca darle vida a la Plaza donde se asienta este monumento erigido para celebrar el primer centenario de nuestra independencia y que por el paso del tiempo y la desidia de las autoridades, se convirtió en un lugar hasta peligroso, y en propiedad de grupos de gentes que la hicieron una verdadera pocilga a la que los ciudadanos y las familias de la capital no se acercaban si no es que de  verdad era por cuestiones urgentes.

Del turismo ni se diga, nadie en su sano juicio acudía a no ser a ver de carrera El Reloj y después a huir, porque no había o no hay nada que ver, porque a nadie se le ocurrió un proyecto que le diera vida a la plaza más importante de Pachuca donde se asienta el monumento que nos da imagen en todo el país.

Hubo intentos, no hay que negarlos por rescatar la imagen de la plaza, pero sin cambiar realmente, con la idea de no cambiar, de tal manera que hubo quien creó un estacionamiento que entregó en mala hora a la FEUH, Federación de Estudiantes de Hidalgo, de infeliz memoria, pues más que estudiantes eran delincuentes que hicieron del estacionamiento un nido de acciones que los pachuqueños siguen lamentando y ni qué decir de los cines que se instalaron ahí mismo que acabaron por convertir el sótano del Reloj en una vergüenza social.

Ahora el creador de la FEUH, se mantiene como dueño de la UAEH y con un poder político y económico que le permite pelear puestos de poder, hasta con candidatos, que se dan el lujo de rechazar los presupuestos que el sistema le ofrece, porque si algo le sobra es dinero que de todos modos es público pero disfrazado.

 

Hubo algunos otros intentos de remozamiento de la plaza como un alcalde arquitecto que habló de obras en cantera y a la hora buena todo indica que fue en yeso, auque ahora parece estar atrás de todo el movimiento que le mueve el piso a ELEAZAR GARCÍA para frenar el proyecto Cultural del Reloj porque no está de acuerdo con lo que se propone hacer, y en el fondo le pone  tache a lo que se propone hacer el gobernador Olvera. Por lomenos es lo que se dice.

EN CONTRA DE TODO Y A FAVOR DE NADA…

Es curioso que Comités ciudadanos que se dicen algo así como defensores del centro histórico le pongan piedras al proyecto Cultural del Reloj alegando desde falta de permisos del INBA y otras lindezas, y cuando aparecen éstos le buscan con lupa alguna falla para demostrar desde su punto de vista que pues sí, pero es un permiso que sólo ampara el permiso para una parte del proyecto, pero que falta lo “mero prencipal”, que es el proyecto de la construcción en la plaza y que en eso el INBA y el INAH deben hablar antes de que se inicien las obras”.

Como quien dice piedras y piedras en el camino de un proyecto que es urgente que se haga, porque la plaza lo necesita, para darle un nuevo rostro y una oportunidad a los pachuqueños de disfrutar de su plaza pero con una oferta real, no como está en este momento que es una verdadera desgracia.

Dan la impresión los “contreras” de que se alegran cada vez que alguna legalidad les dan razones para que las obra sufran algún retraso. Como que en su interior festinan que las obras se paren aunque sea unas horas, y lo sienten como un triunfo, lo que al final no lo lograrán, porque el CENTRO CULTURAL EL RELOJ será tarde que temprano una realidad.

Es el camino natural de las ciudades, cambiar y avanzar.

Ni modos que la plaza se quede como estaba. A lo mejor es lo que quieren quienes esperan que las obra se detengan de tal manera que nuevamente el estacionamiento vuelva a estar como estaba, mal oliente, oscuro, donde cada quien se hacía del baño donde quería, una pocilga sin higiene y una vergüenza. A lo mejor quieren que nuevamente que la plaza sea la zona  oscura y peligrosa, de siempre… a la que ninguna familia se asomaba por lo peligrosa que ya era… a lo mejor para darle cumplimiento a sus reglamentos de no intervenir la plaza.

Pero no será así.

Tanto Eleazar García como Francisco Olvera lo dijeron, “mejor que nos critiquen por hacer obras en la plaza que por no hacerlas. Y el proyecto camina.

Siempre que hay cambios hay críticas y oposición como en 1983 cuando Francois Mitterrand, presidente de Francia, llamado por sus grandes obras Mitte-Ramsés II, decidió cambiar la imagen del museo del Louvre y para eso contrató siendo socialista al arquitecto imperialista norteamericano Leoh Ming Pei para que hiciera las obras y éste construyó la pirámide del Louvre “POLÉMICA, ODIADA Y AMADA”, En su momento rechazada por el 90 por ciento de los franceses porque era un atentado contra el espíritu de la arquitectura francesa.

 

Mitterran no se inmutó y se mantuvo en su decisión.

Ahora la pirámide es junto con la Mona Lisa, la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia la cuarta mayor atracción del Museo.

Así la obra del Centro Cultural del Reloj. Tendrá sus detractores, pero al final se impondrá y será una de las grandes acciones de Eleazar y de Olvera.

Los opositores, no se conformarán como no lo están los de la pirámide del Louvre que la siguen llamando una locura…aunque la mayoría la ven como una genialidad.

Cuestión de gustos.

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