NO TENGAS MIEDO PAPÁ
Y abre tus ojos …
porque no habrá noche larga
y mientras la lluvia te trae a nosotros
en cada hoja y árbol que se asome
estamos junto a ti para que no te sientas solo.
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
que no estás solo.
Aquí estamos todos junto ti
porque sin Tì este barco nuestro no camina.
De nada les van a servir sus losas y sus mezclas
y menos sus puñados de tierra,
porque por encima de todo está nuestro amor por Ti
y el agua generadora de vida de nuestras lágrimas.
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
que estamos aquí junto a Ti,
y si puedes abre tus ojos como planta o como mariposa
para que veas que no nos hemos movido en el recuerdo
de lo que eres para nosotros
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
que no estás solo
Estamos junto a Ti Javier, Martín, Edgar y quien fuera nuestra madre
siendo niña por la partida temprana de nuestra mamá Aurora
nuestra hermana-madre Yolanda.
Aquí estamos papá:
para decirte que estamos atentos a la gran bolsa de pan
y a los litros de leche de todos los días,
que llegaron como parte de un ritual que nunca olvidaremos.
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
porque a lo mejor el miedo lo da la soledad y Tú no estás solo…
Si escuchas sonidos como de lluvia
son el sonido de nuestros corazones
que te recuerdan todos los días
¡Abre tus ojos sin miedo!
y volverá a ver tu laguna de San Miguel,
llenas de patos que siguen jugando a ser niños ,
con pescados pedazos de luz que iluminan sus aguas.
Abre tus ojos padre mío,
no tengas miedo y mira tu campo que tanto quieres…
La milpa está alta , los elotes verdes, las habas en su punto para ser cortadas,
las flores de calabaza y los ejotes justos para el chilmole que mamá preparará antes que nadie en el pueblo,
porque nadie en San miguel “come Verano” antes que nosotros
porque nadie como tú para sabe cuándo es la hora de las calabacitas y todos los frutos del campo
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
Abre tus ojos y verás que el parque del pueblo sigue con sus grandes árboles
sus tordos y sus niños jugando al toque y destoque, a la roña y al trompo y con una banca que lleva tu
nombre de Martín Peralta, por los siglos de los siglos…
Abre tus ojos,
para ver la capilla de abajo,
para ver la capilla de abajo,
donde una y otra vez mi madre y tú rogaron a Padre Jesús por nosotros
su hijos y ahora ese mismo padre te cobija con el cariño que siempre te tuvo.
Mira los caminos que tantas veces caminaste,
el de Aljojuca con su sabino y su ahorcado,
el de Jalapasco y su sueños de comercio,
y los que te llevaron a Santa María y al bosque con su leña que más tarde ardía en nuestra cocina.
Padre abre tus ojos en tus nietos que te quieren
y camina con ellos sus recuerdos,
sus miradas de niños
que te siguen mirando como siempre,
porque nunca te has ido.
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
Y como cada noche vigila nuestro sueño
la paz de nuestra casa,
bendice nuestras vidas
y como el caminante de Emaús
quédate con nosotros porque anochece,
nos urge quien bendiga el pan y lo reparta.
Aquí estamos todos
alrededor y junto a tu recuerdo
lámparas incandescentes y votivas
por siempre y para siempre,
atados a tu voz y a tus ojos
en esta larga espera de luz y de consuelo,
porque no estás solo padre nuestro
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
abre tus ojos
y como siempre,
camina adelante de nosotros
que de tu mano los caminos son cortos
y nada es imposible.
Aquí estamos todos,
no nos hemos ido,
ni nos iremos nunca
mientras el reloj nuestro no pare su medida.
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
Somos una familia retando al tiempo
junto a Tí
como estandarte,
porque contigo y en tu nombre
las horas se detienen
somos todos dando la cara al viento
enfrentando la noche
esperando la luz de la mañana
la flor de primavera ,
los frutos de la tierra,
con la esperanza tierna
sin miedo a las tinieblas
porque mientras haya memoria
estaremos contigo
y estarás con nosotros
en esta ofrenda nuestra de amor y de ternura.
NO TENGAS MIEDO PAPÁ
la muerte es un pretexto
para acelerar a fondo
el amor por tu mundo
el amor por tu mundo
por todo lo que eres
y que todos sabemos
que no puede marcharse en una losa fría
porque sigues presente en la mirada tierna
de todos nuestros hijos,
en la ilusión y sueños de los nietos pequeños,
en este amor que crece al verte tan sereno
NO TENGAS MIEDO…
te lo estamos gritando
desde el fondo de nuestro amor de hijos huérfanos
que de tanto extrañarte nos duele el alma
y nos palpita el corazón
pero nos consuela saber
que estuvimos contigo con todo lo que somos
y caminamos contigo el tramo de camino que pudimos
con amor y ternura
y que tú lo supiste.
Abre tus ojos y otra vez como siempre
llega a casa con tu bolsa de pan y los litro de leche
para que coman tus hijos…
En esa liturgia del pan
que mucho tiene de evangelio y de palabra santa.
Amén.
Pachuca de Soto, 21 abril 2016.
Adalberto Peralta S.
Hace nueve días murió nuestro padre Martín Peralta Martínez. Nuevamente muchas gracias a quienes nos acompañaron con su solidaridad en esta pena con la certeza de que nuestro padre sigue con nosotros en la unidad y en el amor de la familia que se fortalece y crece en su memoria.