(En 44 días registro de candidato a Gobernador)
LOS CINCO SUPUESTOS PERDEDORES,
AL FINAL TAMBIÉN GANAN EN HIDALGO
Ya se dijo hasta la saciedad que el PRI decidió llevar a OMAR FAYAD como su abanderado para la elección histórica del 5 de junio, en un proceso de selección del candidato que llegó a niveles de suspenso como nunca antes se había vivido y que tuvo que llegar a una decisión que se dio en altas horas de la noche, según cuenta el mismo candidato priísta con el estilo alegre y contagioso que tiene de ver y vivir la política, que asegura no cambiará, porque así la entiende y así la ha vivido con excelentes logros para su vida personal y para la ciudadanía que así lo acepta y lo distingue con su cariño que va más allá del simple palomeo de decir que lo conocen o lo aceptan.
Pero se ha manejado el concepto de UN GANADOR Y CINCO DERROTADOS que en una visión de seis competidores por la candidatura tiene mucho de verdad, pero que no es del todo cierta, por cuanto los cinco que se dan por derrotados no lo son del todo, que si bien no son candidatos, porque candidatura sólo hay una, lo cierto es que cada uno de los que supuestamente perdió, sale como ganador en cuanto a posibilidades de poder en el estado y de influencia con el diálogo y con los convenios para usar algún término con el nuevo gobernador, que no es un hombre cerrado, ni entiende el poder como una acción alejada de los acuerdos y menos con quienes caminaron con él en busca de la gubernatura.
Los cinco aspirantes que se quedaron en la orilla: DAVID PENCHYNA, NUVIA MAYORGA, CAROLINA VIGGIANO, FERNANDO MOCTEZUMA Y JOSÉ ANTONIO ROJO no fueron aspirantes en solitario, sino cabezas visibles de grupos de ciudadanos que le apostaban a su liderazgo y a sus posibilidades para llegar al Poder Ejecutivo con todo lo que ello significa y por eso estaban en esta jugada y aspiración con la esperanza de tener presencia en todas y cada una de las puertas que se abren en las jornadas electorales.
La lucha y presencia que da el poder.
Cada uno de los 5 representaba esta puerta para muchos ciudadanos, que de pronto se cerró cuando se dijo que el candidato era Omar.
Pero el candidato entiende que los 5 que no ganaron la candidatura no pueden ni deben regresar a sus campamentos con las manos vacías sin ninguna posibilidad de oferta para sus gentes. Algo deben llevar como salida de poder, y en esto es donde cuenta la capacidad de negociación de Omar para que los 5 que supuestamente perdieron ganen ante sus gentes y éstas se sumen al candidato a gobernador y al final todos ganen, el PRI gane el 5 de junio en el entendido de que no hay posibilidad de que uno solo gane todo, sino de que todos ganen, mediante la negociación y la generosidad de la negociación de quien tendrá el poder máximo en el estado.
Hasta donde se sabe las negociaciones ya están en marcha, con madurez y con altura, en donde no caben ni los abusos ni las negativas absurdas y que todo camina bien, porque los 5 son políticos de altura y el que ganó ni se diga.
De esta manera, hay un gran ganador y 5 que de todos modos ganan y un partido que tiene todo para ser el gran triunfador, por el manejo cuerdo de la política en que donde debía haber perdedores, surgen ganadores como por arte de magia.
“YO NO CAMBIO, NI CAMBIARÉ” nos dijo OMAR
El día de ayer tuvimos la suerte de encontrarnos en un restaurante con Omar Fayad y lo primero que nos dijo fue: “Yo no cambio ni cambiaré”, con lo que dejó en claro algo que es muy importante, el encargo que le da el PRI no le cambia su estilo de actuar ni de conducirse. Y lo vimos en el lugar donde estábamos, donde como lo hace siempre, saludó a todo mundo con el estilo abierto y franco que le caracteriza y que le hace ganar afectos.