ALFIL NEGRO

URGEN MECÁNICOS EN LOS PARTIDOS 

Algo sucede en los partidos políticos, sobre todo los importantes que no acaban de arrancar del todo para el proceso electoral que ya está encima, porque en todos hay problemas que son evidentes, desde luego en algunos en grado de crisis severas y en otros con problemas que si fueran coches, simplemente no los dejan salir para el gran viaje del 7 de junio, porque lo más seguro es que los dejen tirados en la carretera de la elección.

 

Y no es sólo un partido, en este caso parece que son todo, aunque claro en alguno de ellos la enfermedad es de esas que merecen, más que medicina, los “santos olidos”, como decía la tucita en alguna película de Pedro Infante, para darnos una idea de lo terrible del mal.

EN EL PRI

Un partido modelo por su disciplina y por su unidad en donde basa sus triunfos, porque ya se sabe que una vez que se eligen sus candidatos, los demás, los que aspiraban se suman al ganador como uno solo y que de esa unidad surge su fuerza para ganar, parece que por esta vez la disciplina se está dando a regañadientes y con cierta dosis de indisciplina porque las cosas ya no son como antes, porque más de uno de los perdedores, o por lo menos sus seguidores, no quedaron muy convencidos con los elegidos.

Y eso desde luego no es bueno, porque al PRI se ha dicho hasta la saciedad, sólo le gana el mismo PRI cuando se divide y esto parece que se puede dar sobre todo en alguno de los distrito donde surgió algún candidato sorpresa que no se esperaba y saltó como conejo de la manga del gran mago.

De ahí el trabajo de sanación que lleva a cabo RICARDO CRESPO el presidente del partido con quienes mantienen resentimiento con las decisiones a efecto de que sumen con ellas y todos para adelante para ganar, aunque el candidato no sea en todo caso el mejor.

Ese es el gran problema del PRI, el sentimiento de frustración que se va diluyendo poco a poco entre los seguidores de las cartas fuertes que había para las candidaturas y que fueron echadas a un lado para hacerles cancha a los elegidos a la hora buena y que tienen ahora la tarea de demostrar tamaños con los colores del partido del bulevar Colosio.

Si se logra, pueden ganar todo. Si se mantiene el resentimiento, el PRI corre riesgos sobe todo en determinados distritos.

EL PAN

Este partido vive un infierno.

 

ASAEL HERNÁNDEZ no ha podido ni siquiera tomar la presidencia en forma, porque la gente de ALEJANDRO MORENO le sigue demostrando en los hechos, que son mayoría y que está en plan de advenedizo.

Cómo estarán las cosas que hasta una demanda tiene Asael por haber -dicen-amenazado de muerte a Francisco Cárdenas el jefe de campaña de Moreno, lo que habla del ambiente de este partido, que aunque ya tiene aspirantes a diputados, parece que abrió las puertas a gentes que dejaron fuera a los panistas de verdad y entraron gentes como Xóchitl, que cuando se le pregunta que si es panista, lo niega, lo que no tiene muy contentos que digamos a los azules fieles a sus colores.

El PAN anda mal y es urgente que Asael recurra a la generosidad para aceptar gente del grupo de Moreno en la dirigencia, aunque sean mayoría en el entendido de que la generosidad tarde que temprano le dará frutos. Si mantiene su postura del todo o nada, lo más seguro es que se quede sin nada y que el Comité Nacional designe un interinato en el que no ganan ni tirios ni troyanos, o sea que pierda Asael.

EN EL PRD

Las cosas van más o menos.

Pero tampoco caminan como para asustar al PRI.

La verdad es que si el PRI medio compone sus resquemores, gana todo y el PRD no representa peligro grave.

Ni los demás partidos que lucharán, por lo que se ve, para no perder el registro, empezando por el PT, MORENA aunque diga que tiene gallos para ganar, la verdad es que todavía no, y menos los otros partidos que van naciendo.

Así está el panorama, o así lo vemos.

Es una opinión.

Sólo eso.

Urge en cada partido los sabios de la política, los que saben componer las cosas, dialogar con los grupos, para que cesen las ambiciones sin ton ni son, para que todos jalen para un solo lado y se fortalezcan los institutos.

En todos los partidos.

Entonces los partidos serán fuertes.

Mientras no sea así.

Cada quien jalará agua para su molino.

Y serán peleas particulares.

Y cada quien perderá su batalla…

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