MELÉNDEZ TIENE EN LAS CANDIDATURAS
MUNICIPALES EL GRAN RETO DE LA UNIDAD TRICOLOR
En su registro como aspirante a la presidencia del PRI estatal, ALBERTO MELÉNDEZ dijo que dos son los caminos por donde pretende que camine el partido a efecto de que en la elección del 5 de junio del 2016 pueda GANAR, que es la meta principal que tiene y así mantener el poder y aplicar los programas que tiene para el desarrollo del estado. Estos dos caminos son: UNIDAD Y DIÁLOGO. Y el planteamiento agenda parece correcto, porque sin esos dos ingredientes, el PRI no caminará hacia la gran meta que es la victoria y única, porque sin ella, nada es válido y nada sirve. El problema es saber ¿cómo le va a hacer Meléndez y Emilse para que el partido no se divida en el proceso de la selección de candidatos cuando todos creen merecer esta distinción, y cuando parece que se vale de todo, incluido el chantaje de abandonar el PRI para subirse a otro barco donde los están esperando para ser los abanderados para la campaña, lo que representa el enorme reto de manejar con pinzas este proceso, sobre todo en las alcaldías donde los ciudadanos priístas se involucran más que en la de diputados y del mismo gobernador, pero que puede dividir al partido hasta el grado de poner en riesgo todo el proceso?.
ALBERTO MELÉNDEZ será desde el 19 de este mes de noviembre Presidente del PRI llevando como Secretaria General a la ex diputada federal EMILSE MIRANDA, para jefaturear al tricolor partido en la madre de todas las elecciones del 5 de junio del 2016, en que en una elección que nunca se ha dado, los hidalguenses elegiremos gobernador, diputados y alcaldes.
Se supone que a MELÉNDEZ se le elige por el conocimiento que tiene de la política en el estado, comprendida ésta como el fenómeno de poder en el que varios partidos establecidos en el estado aspiran a ejercerlo con el voto ciudadano para aplicar programas de gobierno nacidos de la forma como visualizan el desarrollo de la entidad en todos los órdenes, con el natural bienestar para los agremiados a ese partido como beneficio colateral, y siempre con la convivencia civilizada con los otros partidos y el respeto absoluto a la ciudadanía que es la que decide con su voto qué partido debe ejercer el poder.
Cada determinado tiempo la voz ciudadana, decide quién ejercerá el poder en las jornadas electorales, cuando se renuevan las personas en el ejercicio del poder.
Toca ahora en junio del año que viene, que por adecuaciones de la Ley Electoral juntarán en una sola fecha todas las elecciones, que provocará muchos dolores de cabeza a los partidos, pero sobre todo al que por historia y poder, puede ganar la mayoría de los puestos en pelea.
Esto es el PRI.
El partido que MELÉNDEZ dirigirá desde el 19 de este mes.
No será tarea fácil.
Porque los problemas arrancan desde la selección de los candidatos.
No del candidato a gobernador, del que ya se sabe que no corresponde a la esfera del Presidente del PRI estatal, sino a otros lados que tienen porque así es la forma de hacerse, mano en su elección.
Pero en los otros casos la intervención de Meléndez será vital, sobre todo en las de alcaldes donde debe hilar muy fino para que lo que se decida no lastime uno de los caminos que señaló como centrales para el partido como es el de la UNIDAD.
Porque si hay un cargo que los priístas defiendan con todo es el de Presidente Municipal, el de sus presidencias, donde sienten en sus grupos y en sus historias de priísmo personales y de asociaciones, que tienen el derecho de reclamar el cargo porque tienen los méritos para serlo, etc., etc.
El otro asunto es el de los priístas fuertes que apoyan a sus gallos, diputados federales, senadores o funcionarios del gobierno estatal o federal que buscan IMPONER a sus recomendados para que sean candidatos a presidentes municipales, y de esa manera crecer en futuras aspiraciones enredando todavía más el panorama de la unidad que se puede fracturar como la cáscara de un huevo.
El nuevo Presidente del PRI seguramente sabrá capotear estos casos con habilidad para no lastimar a quienes se sienten poderosos, para no desalentar a los grupos de los municipios aunque no les toque candidatura, y para dejar con sólo esperanza a quienes no les toque nada y mantener por sobre todas las cosas unido al partido, y frenar los intentos de los que amenacen con brincar a otro barco, que en otras palabras es lo mismo que chantajear con el cuento de que los esperan con la bandera de la candidatura, pero con otros colores que no son los tricolores.
Porque si se les cuartea la unidad de los 84 municipios, la cosa se le pone difícil al PRI para las otras elecciones que tienen en la unidad de las bases municipales la fortaleza para aspirar a la gran victoria de la gubernatura, y desde luego del congreso.
Seguramente desde ya, ALBERTO MELÉNDEZ APODACA-AMA- ya trabaja y desde hace buen rato, en esto de las candidaturas municipales porque si bien lo que se busca es que no se provoque divisionismo, lo más importante no se debe olvidar, es que se gane.
Porque lo importante para el PRI es eso a victoria, no hay de otra.