ALFIL NEGRO

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APUNTES DEL CAMINO

El camino es nuestra vida

con sus penas y alegrías,

sueños, fracasos y aciertos

que de eso trata la vida,

que un día comienza muy fresca

y otro día se termina,

porque del polvo venimos

y en polvo nos convertimos.

Por eso vale la pena

un alto en este camino,

para hacer cuentas completas

de lo que hemos caminado,

de todo lo recibido,

de todo lo aprovechado

y todo lo ya perdido.

Primero tener la vida

estar aquí y ahora,

en estas horas oscuras

pero muchas luminosas

de risas y de alegrías.

El regalo de los padres,

su presencia cariñosa,

la fuerza de nuestro padre

la ternura de la madre,

en muchos presencia Santa

y en otros recuerdo y llanto,

Ángeles que no se olvidan

que caminan con nosotros,

porque una madre y un padre

nunca se van de nosotros,

y regresan en los ojos 

de sus nietos pequeñitos 

y se quedan en el alma,

iluminando la senda

en las horas más oscuras.

Y qué decir de la esposa

manos dulces manos fuertes,

compañera del camino,

ilusiones y canciones 

estrella en noches oscuras,

soñando canción de cuna

riendo juntos muchas veces,

y otras llanto y tristeza,

pero siempre de la mano

siempre juntos en destinos.

El camino nos da todo

y a veces nos quita todo,

pero siempre nos enseña 

que para vivir la vida,

sólo hay un modo de hacerlo

y es caminar el camino.

Este apunte del camino

se vuelve oración y rezo,

salmo lleno de alegría

para agradecer los hijos,

pequeños en el inicio

fuertes y grandes en años,

ojos para ver el mundo

y para seguir la vida,

y en sus latidos de fuerza

seguiremos caminando

en recuerdos noche y día.

Es un alto en el camino

para ver que con lo andado,

ya guardamos en el alma

larga lista de recuerdos,

de los que ya se marcharon

Hijos, hermanos y amigos,

que nos dicen que la vida

dura apenas un suspiro,

y después sólo el recuerdo

de que un día caminamos

esta senda de la vida

con sus penas y alegrías.

La vida es un gran camino,

que un día comienza y parece

Que nunca, nunca termina, 

Pero pronto comprendemos

que no dura para siempre,

que sólo dura un momento

y nos volvemos recuerdo,

y un nombre que dura un poco

y después se va borrando,

que lo único que vale

es hacer de este camino,

un tiempo de ser andante

lleno de amor y ternura,

y después alzar los ojos

para iniciar otra marcha,

eterna como aquel hombre

que caminó en aquel lago

de peces y de ilusiones.