¿QUIÉNES AL GABINETE?
El 5 de junio a eso de las 10 de la noche y a lo mejor un poco más tarde, ya sabremos quién es el nuevo gobernador o gobernadora de Hidalgo, que parece debe surgir de entre JULIO MENCHACA Y CAROLINA VIGGIANO, candidatos de Morena y del PRI, con la suma de otros partidos que se han añadido a la pelea del cargo detrás de ellos.
En cualquiera de los dos resultados, tienen un significado muy especial, pues si gana Morena habrá terminado un periodo de más de 90 años de hegemonía priista, que desde la fundación del partido en 1929 ha ganado todas las elecciones, con lo que se daría la alternancia por primera vez con Menchaca como gobernador, y si gana Carolina será una victoria que puede fortalecer al partido en todo el país. Aunque se ve difícil.
Sin embargo, en los dos casos es obvio que tendrán su gabinete, colaboradores que laboren junto al gobernador en cada una de las dependencias que tendrán encargos muy específicos.
Los dos posibles más serios, llegan al cargo con facturas a pagar a los partidos que van con ellos, bien sea en la alianza “VA POR HIDALGO” con Viggiano como carta fuerte y en la candidatura común de Menchaca.
De hecho ya fijaron su postura los partidos, dejando claro que harán propuestas para Secretarías, Direcciones generales y todos los cargos del servicio público.
Ni modo de que vayan de gratis. Ellos apoyan, pero si se gana, exigen y con razón, su porción del pastel de seis años.
Para el que gane será un quebradero de cabeza elegir colaboradores, porque son muchos los que ya se sienten secretarios de Gobierno, de Finanzas, de Educación, Cultura, Agricultura y los demás cargos, con la factura en la mano para cobrar el apoyo en la batalla.
Quien llegue a la gubernatura debe actuar con sabiduría, sentido común y enorme responsabilidad para colocar en cada cargo al mejor por preparación y sentido de servicio, y sin duda por sus valores morales de honestidad, y no repartir cargos por compromisos o pagos donde haya poder y nómina.
No falta mucho para esta decisión, que suponemos los ahora precandidatos ya piensan y analizan por la posibilidad que tienen de llegar al poder Ejecutivo.
Hay muchos cazadores en los dos bandos, que sueñan y hacen cuentas de un posible cargo y por ahí se siguen, hasta que como en la fábula se caiga y rompa el cántaro de leche.