CIRCO, MAROMA Y TEATRO
El título de esta columna es una expresión con la que afirma que para obtener algo, se hace de todo, con tal de conseguir lo que se desea y, muchas veces, con acciones que no merecen el aplauso del respetable.
Haga usted de cuenta lo que pasa en el proceso del PRI para tener una apuesta ganadora que, de entrada, se ve cuesta arriba, porque se tiene que vencer no solo a un buen contrincante como lo es Julio Menchaca sino los efectos de más de 90 años de tener el poder y un partido, partido, por la gran división que tiene, habiendo llegado al insulto entre su dirigente nacional y el gobernador del estado, en lo que ya se califica como un abuso y una imposición.
Haber atraído la elección para que los priístas de Hidalgo no la procesaran fue una maroma, decidir que el PAN se responsabilizará para decidir la candidatura fue otra maroma no exenta de comedia por el acompañamiento que el CEN priista tiene del partido azul, al que Daniel Ludlow calificó de “Patiño y palero” y aceptar el papel de segundón con alguna ganancia seguramente para los paleros, que suponemos, por la forma como se dieron las cosas son Lilia Luna la dirigente panista y el ex diputado Asael Hernández, señalado en algún momento como apuesta azul para la gubernatura y ahora por lo que se ve en buena disposición para designar a quien les señale el CEN tricolor.
Es un juego en que la mayoría de esta alianza PRI PAN Y PRD, en lo que piensan y así lo han manifestado, es en lo que pueden ganar si triunfan en cargos y nómina.
Porque se tiene que ganar para prestarse al juego de ir juntos para la elección y gratis, ni el saludo.
Finalmente, la manera y forma de participar es abierta en las modalidades que permite la ley, pero es en el manejo de conveniencias y ventajas, donde lo que se nota es ambición de poder y dinero.
Quizás los protagonistas de todo este relajo piensan que todo lo que hacen nadie lo ve y que es un secreto, pero no, porque todo mundo es testigo de este circo, maroma y teatro.
Y a lo mejor no es malo tener presente que una cosa es tener una candidatura que se puede lograr con todo lo que vemos, pero quien tiene los votos es el ciudadano y no parece muy divertido con estos jueguitos y enredos.
Y la verdad sin necesidad, porque se puede uno preguntar ¿para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo?
¿Para qué tanto circo, tanta maroma y tanto teatro, si como resultado se tiene un partido totalmente dividido y enfrentado? Y partiditos que ya hasta bolsas tienen para guardar lo que caiga de la gran piñata de la elección.
Y la posibilidad de una larga noche sin luz, si se pierde y se da la alternancia. Que puede ser.