URGE UNA LUZ EN LA NOCHE DEL PRI
Ya mucho se habló de que el PRI está dividido, que la dirigencia nacional con Alejandro Moreno a la cabeza le ha faltado el respeto al gobernador Fayad y al tricolor del estado, que se ha mostrado el cobre de la imposición y de la ambición, con las jugarretas que hicieron como supuestas movidas geniales, los dirigentes de este partido y el daño fuerte en su unidad, que parece encaminarse, sea quien sea el candidato, a una derrota histórica.
Ya mucho se dijo de los arreglitos de ALITO con el PAN Y PRD, para poder imponer su apuesta, que todo indica, si esa decisión se dejaba como parecía a los priistas de la entidad, parece que no iba a pasar.
Ya usted ha oído y seguramente leído, que la discusión en redes sociales entre el dirigente nacional del PRI y el gobernador del estado, mostró una pelea terrible que al final, lo que enseñó es la carencia de una política adecuada para hacer de las diferencias una posibilidad de acuerdos, como pasó siempre en este partido.
Se dice que esto no pasaba antes porque el Presidente de la República era del PRI y siempre ponía orden cuando decidía quién era el ganador y el gallinero se callaba y obedecía, porque sobre el poder del Presidente, nadie.
Y sucede que ahora el Presidente es de Morena y rival acérrimo del PRI, y por lo tanto no hay al parecer quién ponga orden y calme la tormenta, lo que provoca hechos como el de Hidalgo, donde se pretende que los hidalguenses no participen y sea la dirigencia nacional la que decida, aun en contra de la voluntad del PRI HIDALGO.
Todo esto ya se comentó, lo que equivale a plantear el problema.
Pero lo que hace falta son soluciones, voces sensatas que pongan tranquilidad para decidir lo que realmente le convenga al PRI, y no caprichos de grupos o personas que los lleven a perder.
Hace falta una luz en esta noche del PRI, que encienda la sensatez y el sentido de partido, de generosidad y humildad, para ceder en las ambiciones y abusos, para no despertar con el largo sabor de una derrota humillante.
Urgen soluciones para estos problemas, y priistas con capacidad de visión histórica para evitar que se hunda el buque.
Urge un personaje con ese tamaño de autoridad y conciliación para salvar a su partido.
Sí, ¿pero quién?