ALFIL NEGRO

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12 DE DICIEMBRE Y LAS POSADAS

El corazón y el alma

lo forjan nuestras madres,

el pueblo y la familia,

las campanas de niños

la escuela y los maestros,

las calles y las plazas,

las fiestas y las penas

los que se van y llegan

las mañanas y lluvias,

los árboles y estrellas

los días y las semanas

el reloj que no para… 

El corazón y el alma

lo construyen los sueños,

los hijos cuando llegan

y cuando se marchan,

los hermanos queridos

manos que nos cobijan,

los ojos de la esposa

faro de este camino,

el 12 de diciembre

y la Vírgen morena

que aprendimos a verla

como madre que cuida

e ilumina el camino

y calma las tormentas

con sus manos benditas… 

El corazón y el alma

son buñuelos y cantos,

villancicos pastores

que le cantan al niño,

posadas que no pasan

peregrinos del mundo

caminos que se cruzan,

luciérnagas bengalas 

y un pozo en el pesebre,

y un niño que nos mira

y crece en nuestra casa

en los hijos dormidos

y una madre que vela… 

El corazón y el alma

son barcos donde vamos

con la fe y esperanza

pasajeros de plata

rumbo a una estrella de oro,

donde en andén de hierro

nos esperan con gozo

quienes ya se marcharon

la madre, nuestro padre,

el hijo que una tarde

se alejó de la casa,

el hermano que apenas

ayer dejó el camino,

y nos mueven sus manos

para ver nuestra meta

el final de lo andado.

El corazón y el alma

crecieron cada tarde

en que en el viejo parque

jugamos hasta noche,

cuando la luna vieja 

nos gritaba temblando

que se volviera a casa,

y los tordos inquietos

llenaban cada rama

del parque ya tranquilo.

El corazón es niño

que crece con ternura,

que afianza la esperanza

el 12 de diciembre,

y se duerme en pesebre

y una estrella ilumina

las noches y el sendero.

El alma es villancico

que con fe nos alumbra

y nos dice muy fuerte

que esta hora es pasajera,

que atrás de los cometas

es cuando todo empieza

con fe y con esperanza.

Que el camino sea leve 

que el corazón y el alma

encuentren su camino,

mientras suenan los cantos

al niño que amanece

y a la Vírgen que amamos.