ALFIL NEGRO

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CAMINOS

Adalberto Peralta S.

Caminar es el destino

que tenemos en la vida,

hasta que un día se terminan 

los pasos y los caminos.

Y como pasan los años,

los caminos son recuerdos,

recuento de lo vivido

y de veredas  andadas.

Y en el corazón se quedan

caminos que nos recuerdan

la familia  y los amigos,

alegrías y sinsabores.

El camino de la escuela,

del salón y los maestros,

compañeros y amigos,

los recreos y las materias

son caminos que no pasan

y vuelven con nuestros hijos,

y regresan las mochilas

las libretas y los libros,

que ahora que somos grandes 

extrañamos y queremos.

El camino de la iglesia

de la mano de la madre,

la fe que nace entre rezos

y que no nos deja nunca.

Los caminos de mi padre

corazón de trigo y lluvia,

milpas creciendo en los mares

Del Valle de pan y luces.

En la vida caminamos

muchas sendas y veredas,

los que nos llevan al bosque

y a los ojos que nos quieren, 

a quienes ya se marcharon

pero fueron compañeros 

y compañeros de viaje

los caminos de la vida… 

Y la búsqueda por siempre

de hacer de nuestros caminos

un testigo de que hicimos

de haber vivido la vida

y agradecer al eterno

el camino de la esposa,

el camino de los hijos

de hermanos y los amigos,

y al final cuando se acabe

y el camino termine,

ver con gusto y alegría

el camino que comienza

y que nunca se termina

Y que ya nunca se acaba.

Caminar es el destino

por veredas y senderos,

y hacer de nuestros caminos

un destino de luceros

de cometas y de lunas,

a golpe de cada paso 

en esto que es nuestra vida.

Caminar y caminar

y no detenerse nunca,

es la vida y el destino

siempre empezar los  caminos.

Que al final eso es la vida

que un día comienza el camino

y otro se nos termina… 

Para empezar nuevamente.