YA CANSAN

La división en el país es evidente y clara, con aumento de la misma desde las tribunas más altas de la Nación que señalan, acusan, condenan y destruyen la cohesión social y con ello la posibilidad de avanzar en la democracia y en la solución de problemas, que esperan en vano respuestas de quienes tienen la obligación por los cargos que tienen, de encabezar la respuesta de los mismos.

Estamos divididos en dos bandos muy claros: los buenos que son los que gobiernan, porque ellos lo dicen, y los malos que son los que no gobiernan ni deciden, porque su poder  político está muy mermado, tanto que ya en los hechos pueden tener la razón, pero no la fuerza para ganar y hacer valer sus apuestas.

No hay en este momento una voz que convoque a la unidad, a caminar juntos, a tener en los hechos preocupación real por los de enfrente y trabajar para el bien de la comunidad.

Lo que se ve es una actitud de descalificación como primer argumento contra los que no tienen el mismo uniforme y piensan distinto, una intolerancia que pretende ser voz de condena contra los que ayer fueron el poder y de eso no hace mucho, con una afirmación acusatoria de corrupción, que se repite miles de veces y que ya en lo que se ve sigue no sólo viva sino creciendo, con el cántico que cansa y harta de que no son iguales.

Lo peor de todo es que se ve un futuro nada bueno en muchos de los valores de nuestra nación y que empieza a provocar temor en muchos, que sienten ya los signos de tiempos difíciles, y no se ve quien o quienes pueden equilibrar las cosas.

Ver que estamos enfrentados no cuesta mucho, basta con ver las redes sociales para sentir cómo el odio y el rencor de un lado y del otro dejan mucha gente lastimada, y no necesariamente con opiniones de ciudadanos que manifiestan una posición sobre los hechos, sino de gente contratada para defender a un grupo o a otro.

Urge una voz que convoque a la unidad, a pensar sin odio en el futuro de la patria, porque este barco está en momentos difíciles.

Y en ese barco vamos todos.