ESPERAR… 

En estas horas de miedo
que nos tienen encerrados,
con temor quién lo creyera
hasta de mirar la calle,
dos virtudes han creciendo
salvavidas de la angustia
la paciencia y la esperanza,
Caminos para vivir.

Paciencia para este tiempo
de dudas y de temores,
de partidas de gran pena,
de manos que no estrechamos,
aislados por  tanta angustia
que nos quita los hermanos
los padres y nuestros hijos,
conocido y amigos,
y nos encierra y lastima
primitivos en la cueva,
temerosos de la bestia
que nos espera en la entrada
de esta cueva de Pesares.

Paciencia para estos días,
todos grises todos negros,
lluvias de hierro y de fuego,
que nos cierran las veredas
y nos tienen dibujando
campanas  que ya no suenan,
estrellas que ya no brillan
corazones que no laten.

Pero la noche se rompe
con la luz de la esperanza
que ilumina nuestra noche,
en espera de cometas
de niños risas de cielo
nuevamente en nuestros parques,
de abrazos con los hermanos,
de las fiestas en la plaza
canciones que nunca acaben,
y otras vez por nuestras calles
la vida comiendo helados,
pastes o hasta chinicuiles,
las muchachas siempre hermosas
y el Reloj de mi Pachuca
regando al dar las horas
monedas de plata y oro.

Esperar es el trabajo
la agenda de Job el hombre,
que sabe que viene el tiempo
de cantos de los gorriones,
de posadas  y piñatas
de los huapangos huastecos
y carnavales serranos,
los Atlantes en desfiles
de chirimías y de flautas
pirámides del inicio
Huapalcalco y Quetzalcóatl
y como sol del camino
un niño en la cueva fría
siendo el rey del universo.

Cuestión de tener paciencia
con un mucho de esperanza
la noche no será eterna
la luz llegará a su hora
y caminará la vida.