LAS DOS VELAS 

Entramos ya, por exigencia del tiempo político a las horas de cambio de uniforme, que no es otra cosa que empezar a acomodarse con quien se juzgue y piense que puede llegar a la gubernatura y se busca con este tipo de apuestas, estar del lado del ganador y crear con eses decisión de apoyo una factura, que se cobra cuando al que se apoya llega al poder.

Esto no es nada nuevo y forma parte de los caminos de la política.

Así ha sido siempre y no va a cambiar nada.

Aunque sí, hay un cambio muy fuerte, y es que hasta hace poco ser candidato al gobierno del estado por parte del PRI, era tener de hecho los dos pies dentro del cuarto piso, porque no había modo de ganar de parte de la oposición que en los hechos ni existía.

Ahora las cosas cambian, porque incluso ser abanderado del partido tricolor es hasta desventajoso, por la campaña permanente en contra de este partido, al que se le acusa y culpa de todo lo negativo en México y como argumento final de defensa de las metidas de patas del partido en el poder en este momento, con gran eficacia en el electorado, que sediento de sangre, apoya todo lo que sea de Morena, aunque no sepan ni de quién se trata, como ha sucedido en las últimas elecciones en el estado, en que han ganado los candidatos de este partido aunque sólo los conozcan en su casa.

Gana el sentimiento de revancha y ajuste de cuentas, que se promueve todos los días desde las más altas esferas.

Y con este camino de victoria de los morenos sean o no capaces, se llega a la gran elección de junio 5 del año que viene para nuevo gobernador, con posibilidades reales de alternancia.

Y es cuando empiezan los cambios de uniforme, de tal manera que muchos se acomodan  ya para apoyar a Fulanito o Zutanito, a quien ven con posibilidades de ser candidato, en particular del PRI y de Morena.

Los tenidos como líderes sociales,empresariales, intelectuales, y desde luego políticos, se dan sus mañas para hacerse presentes con los que más suenan para no quedarse con las manos vacías.

Incluso se pone en marcha la jugada de “las dos velas”, porque dan su apoyo a quien consideran El Fuerte de Morena y al más fuerte del PRI, en el entendido de que si una vela se apaga, la otra queda prendida.

Sin embargo a estos prendedores de velas, hay algo que no los deja tranquilos y no los deja dormir, la falta de certeza de que vaya a darse la alternancia por la fuerte presencia del gobernador Fayad, que es el gran argumento priista para mantener el poder.

Y aunque actúan con discreción en este prender sus velas, los apostadores del futuro son bien conocidos sus nombres y ese es su temor, que les falle la jugada y al final  se queden como el perro de las dos tortas.

Y no son pocos….y sus nombres son bien conocidos.