
¡Otra vez la burra al trigo!
Es una expresión que habla del hartazgo y cansancio ante la necedad de gentes que con la terquedad y negación a aprender de los hechos, se aferran a sus propuestas sin querer dan un paso atrás. Dice la agenda del lenguaje que en principio no era burra la del refrán sino mula por la terquedad en su actuar.
Eso de otra vez la burra al trigo, viene como anillo al dedo como dice el dueño del micrófono en la mañana, a la forma de actuar de algunos diputados de Morena de nuestro Congreso, que no aprendieron de lo que pasó en esta Legislatura 64 y vuelven a las andadas en lo de la Presidencia de la Junta de Gobierno, que provocó enfrentamientos y distanciamientos en las bancadas por la necedad de querer estar los tres años con el bastón de mando en esa legislatura.
Por cierto, todavía se recuerdan las intentonas de no dejar el cargo de parte del Grupo Universidad, cuyos diputados buscaron hasta cambiar la Ley Orgánica del Congreso para quedarse en la Presidencia.
Después de muchos sombrerazos y trompones, los partidos con mayoría de votos tuvieron la Presidencia un año cada uno, lo que resultó bueno por la representatividad popular que tienen.
Pero, ¿qué cree usted? Pues nada, que otra vez renació la ambición para quedarse los tres años con la Presidencia y con cambio de la Ley Orgánica, que ya propuso uno de estos legisladores para dejarles ese regalo a los que vienen de su partido.
De suyo la bancada Morena de esta Legislatura no es muy brillante y enseñó el cobre con sus acciones de abuso en el presupuesto, y en su política de rencor contra el gobierno estatal y ahora salen con esto.
El actual Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso ASAEL HERNÁNDEZ, opina que no se dará el agandalle por algo que es elemental, Morena ganó diputaciones pero no todas las de la alianza y esto crea intereses distintos de los miembros de Juntos Haremos Historia.
Así las cosas de los diputados que ya se van, pero que en el poco tiempo que les queda, parece que no aprendieron de lo que pasó en esta Legislatura a la que ya le cantan las golondrinas.