Todavía no llegan y ya sacaron las garras
Se ve que los de Morena no esperaban ganar, y por eso su falta de campañas y su esperanza en que los programas sociales presidenciales que al final es dinero que muchas familias reciben sin trabajar cada mes les haría el milagro de ganar, lo que al final sucedió, con muchísimos votos en gran parte por lo que significaban de dinero mensual y no por los candidatos, la mayoría sin ser conocidos y menos en sus propuestas.
Pero lo cierto es que ganaron, no todo como la otra vez pero sí en gran parte de las apuestas electorales.
SACAN LAS UÑAS
Pero sucede que ahora que ya se vieron ganadores, como que les entró el espíritu del triunfo y en mucho de la soberbia, y anunciaron que van por la gubernatura en una exhibición de caballada la verdad muy flaca, salvo JULIO MENCHACA que tiene espolones para gallo, pero los demás no tienen estatura para estas peleas, pues son producto de una circunstancia que les favoreció como es la fuerza de la imagen de AMLO, porque no es posible que se les ocurra como viables para pelear la gubernatura a gente como SIMEY OLVERA, FRANCISCO XAVIER, DAMIÁN SOSA y otros premiados con algún puesto de buena paga, pero no para estas batallas.
Pero ya enseñaron las uñas, pensando quizá que si se les hace la candidatura ya son gobernadores, por la forma en que ganaron diputaciones sin trabajo de campaña y sólo cobijados por la sombra presidencial.
Y ya de plano se envalentonaron y sin haber tomado posesión de sus cargos, hablan como un cierto diputado electo de Huejutla de volver a abrir el MEXE. Como estaba en su expresión más fuerte con internado y todo lo que era, porque él lo va a gestionar, y échenme otra enchilada, faltaba más.
Están muy agrandados pensando que el mar les poca agua para hacerse un buche y que el cielo no los deja crecer por lo grande que son.
Allá ellos, se quieren sentir los muy, muy, porque del otro lado no se duermen y algo le saben a este asunto de las luchas electorales.
La lechera se hizo muchas ilusiones con la venta de su cántaro de leche, hasta que se le cayó Y se acabaron sus sueños.
En política ni se gana ni se pierde para siempre. Y más pronto cae un hablador que un cojo.
Y eso que dicen por ahí “de lengua me como un plato”.
Porque es tal su soberbia que incluso se olvidan que ganaron por Obrador y se dan casos como SIMEY OLVERA, que afirma que ganó la reelección por su trabajo y porque los ciudadanos se lo reconocen.
Pero, ¿cuál? Si no se le conoce nada a no ser su obsesión por las redes sociales.
Pero así se las gastan. Y ya enseñan las uñas y garras cuando todavía ni posesión toman.