
MI CASA
No tengo una casa grande
ni es una casa elegante,
vivo en colonia de gente
buena, honrada y generosa,
y quizá en algún momento
pude comprar otra casa
en lugares que les dicen
es para gente que puede,
y no quise yo otra casa
porque en esta nuestra casa
con una calle de tierra,
donde gritan los tamales
y a veces de tarde en tarde
los músicos callejeros
tocan huapangos y sones,
expresiones de alegría,
aunque yo sé que en su alma
corren lágrimas de pena,
por un hijo que está enfermo
o una pena que lastima…
Me gusta esta casa nuestra
con un árbol de ciruelas
y una pera que la cuida
mi esposa con ilusiones,
y un durazno de cielo
que mi niña ve y vigila,
y un cielo así de grandote
siempre repleto de estrellas,
y aguaceros muchas veces
que parece que a pedazos
Se nos viene el cielo encima…
Conozco el cielo que brilla
en el patio de mi casa,
y sé la hora y minuto
en que pasan los cometas,
y el paso de la luna
siempre bella plata y oro…
Me gusta esta casa nuestra,
aquí crecieron mis hijos
los he visto en sus sonrisas
canciones y a veces llanto,
enfermos algunas tardes
victoriosos muchas veces,
derrotados otras noches,
y los abracé y abrazo
junto con su madre tierna…
Me gusta esta casa nuestra
porque juntos muchas veces
celebramos nuestras fiestas,
cumpleaños y reuniones
con el alma hecha campana
y cantamos en diciembre,
las fiestas de navidades,
y en silencio recordamos
a mí madre y a mi padre
a mi niño y a mis suegros
que un día de pena se fueron
y mucho de nuestras vidas
también se fueron con ellos,
y prendemos veladoras
en ofrendas que se ponen
con sus fotos y recuerdos…
Por eso quiero a mi casa
porque es baúl de recuerdos
alegres, tristes… la vida,
que se esconde en cada esquina
en que veo con el recuerdo
a mis hijos siempre niños,
a mi esposa siempre bella,
a mis hermanos y amigos
a mis padres y al viento
que baja de Real del Monte,
y a veces se acurruca
en la pera y el ciruelo,
niño que juega a esconderse
de la luna que lo busca
luciérnaga de brillantes…
Es mi casa y aquí vivo
en colonia no de lujo,
de gente buena y honrada
donde habitan mis recuerdos
que me gritan que he vivido,
con hijos que son mi orgullo,
y una esposa que la vida
y el Señor he han regalado,
y donde de tarde en tarde
un colibrí me visita
me mira y se va de prisa
todo vuelo todo negro…
Es mi casa y aquí vivo
toda llena de recuerdos,
aquí crecieron mis hijos
aquí rezamos, cantamos
y muchas veces lloramos,
y de noche miro el cielo
y me parece muy bello
pero esa es otra casa.