ALFIL NEGRO

ALFIL NEGRO

HERMANO VETE EN PAZ

Adalberto Peralta S.

Hermano, vete en paz

en esta hora de recoger las redes,

de terminar la senda

que el Señor te marcó,

te soltamos amarras

y que tu barca vaya

en ese mar que amaste

como inicio y el fin.

Vete en paz buen hermano;

mucho duele en el alma

no escuchar ya tus risas,

ya no verte más,

pero una voz nos dice

que atento nos proteges,

que cuidas a tus hijos,

proteges a tu esposa,

y tus nietos sonrientes

disfrutan de tus cuentos,

y sigues muy temprano 

corriendo contra el viento

caminando hacia el sol.

Vete en paz, hermanito.

Niño y hombre a la vez,

sentimos ya tu ausencia, 

tu voz uniendo a todos

y calmando las tormentas

de tristeza y dolor.

Hermano, vete en paz,

cumpliste tu camino

y guardamos latiendo

tu recuerdo de hermano,

atento a nuestras penas

alejando el pesar.

Contigo levan anclas

horas de muy pequeño

en caminos de tierra

siempre junto a mamá.

Y así, mientras dure

esta luz encendida, 

estarás con nosotros

convocando amoroso

a reunirnos felices,

sólo para abrazarnos

y entender que la vida

es tan breve y tan frágil,

que un día sopla la brisa

y el cirio se apaga

y ya no prende más.

Vete en paz, buen hermano,

no es más que un hasta luego,

cuando el Señor decida

otra vez estaremos

cantando allá en el cielo

donde ya vives Tú.

No te vayas del todo

porque nos haces falta,

cuando lleguen los males

y como siempre hacíamos

busquemos tu consejo.

Tu palabra que calma, 

tu consejo verdad.

Hiciste buen camino,

sembraste en buena tierra,

entregas buenas cuentas.

Hermano, vete en paz.

Y dile, hermano nuestro,

a nuestra madre amada

y a nuestro padre fuerte,

que estamos todos bien,

que Jorge, Yola y Maty,

lo mismo que Javier

y Edgar el pequeño,

ven crecer sus familias

con nietos muchos de ellos,

que les cuentan y dicen

de sus abuelos buenos

que viven junto a Dios.

Vete en paz, hermanito.

Me duele tu partida,

me lastima en el alma,

pero sé que nos miras

sonriente como siempre,

con esa bata blanca 

que salvó tantas vidas,

que cantó con nosotros,

caminó con nosotros,

y que nos deja tristes,

tristeza como el mar… 

Hermano, vete en paz,

que navegue tu barca

en el mar de tus sueños,

en las risas de tus nietos 

en el llanto de tus hijos,

y el amor de tu esposa

y en este extrañarte 

de todos con pesar… 

Hermano, vete en paz.

Cumpliste con la vida,

con tu familia hermosa

con la voz del Señor… 

Hermanito querido,

me duele y me conforta

ver que tu siembra es buena,

que cosechas ternura

y amor de la gente,

recuerdo de nosotros,

amor de tu familia,

por eso te decimos

con cariño y amor:

Hermano, lo mereces

descansa siempre en paz.

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