
DÍAS DE GUARDAR
La Semana Santa que se inició con el Domingo de Ramos, la entrada triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén en una calle que recorren miles de creyentes que pueden ir a la ciudad Santa, será este 2021 una fecha que se va a vivir con un modo que no se pensaba, pues la gente no podrá ir a las iglesias ni a las procesiones tradicionales, porque la pandemia lo evita.
Pero esto no evitará que los fieles puedan seguir las ceremonias y la liturgia del jueves Santo, viernes Santo y la misa de Resurrección a través de los medios digitales.
Hasta aquí lo que se refiere a la parte religiosa, que se quiera o no, tiene fuerte presencia en la vida de todo mundo por lo que representa para la mayoría Jesús de Nazareth y más en las circunstancias en que la fe y la esperanza se afianzan en él como la gran puerta a problemas que encuentran en el Nazareno respuesta a todo.
Pero hay otro aspecto que no se puede negar. El de muchos que piensan y quizá con razón, que estos días son para vacacionar, para ir a reuniones, a la playa y hacer de ellos oportunidad de fiesta y celebración. Con un problema: que la situación actual se debe manejar con pinzas porque sucede que la huesuda también anda de vacaciones.
El Secretario de Salud dijo que la pandemia está en una una meseta inestable, que significa que no hay un control total, aunque se tengan números a la baja en contagios y fallecimientos.
Sin embargo, queda claro que la situación económica que ha sido tan golpeada urge de oportunidades de apertura, sobre todo en esta semana que trae a miles de turistas a Hidalgo.
Esta necesidad y el logro de una meseta inestable, seguramente pesó para que la autoridad sanitaria haya decidido la apertura de casi todo el sector económico como plazas comerciales, restaurantes, hoteles, balnearios, gimnasios y bares, entre otros, así como los Pueblos Mágicos y destinos turísticos en general.
Tiene lógica en cuanto a la realidad que se vive, sobre todo porque esto se decide con medidas restrictivas muy fuertes.
Dependerá en mucho de la responsabilidad de los prestadores de servicios, que estos días de apertura no sean causa de más contagios y fallecimientos, aunque ya se presupuesta el tanto por ciento de incrementos de casos de la pandemia.
En cuanto a la actitud de los vacacionistas, ¿qué se puede decir?
Lo ideal es quedarse en casa. Pero para muchos no hay modo de que esto sea así, y vemos cómo se llenan aeropuertos, centrales camioneras y ni se diga las autopistas entre ellas la México-Pachuca, por donde y por desgracia no será extraño que viaje el virus. La decisión es de usted.
Es cierto que es época de vacaciones en uno de sus modos de ver estos días, pero no olvidar que también es una época para fortalecer la fe y valores que para los que sufren por la pandemia es respuesta al dolor y a las penas.
Esta Semana Santa del 2021 es muy diferente a otras por la pandemia, como toda la vida.