ALFIL NEGRO

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ALFIL NEGRO

LLANTO POR NICOLE

Era una niña,

sólo una niña,

Alegría de sus padres, 

risa de ruiseñor

y canto de jilguero.

Era sólo una niña,

una niña inocente, 

devota de los reyes

alegría de su madre,

con sueños blancos puros

y ojos de cristal. 

Era solo una niña, 

una niña pequeña

como son nuestras hijas

y nietas tan hermosas,

que ven el mundo en blanco 

y el cielo en propiedad. 

una niña con sueños

que ya no sueña más… 

Cuánto sufre la madre 

que la arrulló pequeña, 

imaginar mil cosas

de miedo y de terror, 

y mil veces dolerse

de no estar con su niña

en que sus ojos tiernos

luceros de la vida

se apagaron sin más, 

y en silencio de llanto

cambiar su vida entera

Porque su niña viva,

juegue con sus muñecas

e inunde casa y calle

con su voz y sus gritos

de plata y de marfil. 

Y mucho de ese llanto

se queda en nuestros ojos,

y mucha de esa rabia

camina en nuestra sangre, 

mientras vemos al cielo 

Y preguntamos tristes:

¿En qué Señor fallamos

para ver a esta niña

víctima del veneno

de un sujeto sin alma

sin luz ni corazón?

Porque esa niña buena

Pudo ser nuestra hija,

Nuestra hermana o una nieta, 

y esos ojos que lloran

pudieron ser los nuestros 

en esta hora del mal.

Nunca más otra niña

cortada de la vida,

aquí sí vale un muro

de amor por nuestros hijos,

abiertos los oídos

para escuchar sus gritos,

y no pensar en cercas 

para frenar su llanto,

pensar que tanto grito

es farsa o cuento chino 

y defender las piedras

las puertas y paredes

con más fe que a las niñas,

Porque quizá se piense 

que más vale una piedra 

que la vida sagrada 

de la niña y muchacha

de la esposa y hermana, 

que caminan con miedo

y no confían ya en nada

porque alguien no les cree… 

Nicole Descansa en paz,

que el señor de los cielos

te regale un cometa

una estrella y mil soles,

que juegues ahora y siempre

acomodando estrellas,

y caída la noche

no olvides a tu madre,

y con tu voz de cielo 

susúrrale al oído:

“No llores madre mía,

yo ya descanso en paz”

No olvidamos tu nombre 

y quien tenga el encargo

de velar por las niñas

y todas las mujeres

que se olvide de puertas 

de piedras y de muros 

es hora de labrar…