ALFIL NEGRO

¡AYÚDENNOS POR FAVOR!

Esto fue lo que dijo en tono de súplica, y de llamado angustioso, el Secretario de Salud de nuestro estado doctor Alejandro Efraín Benítez como última frase de un mensaje dirigido a toda la población, en que dio a conocer la situación que guarda nuestro estado por la pandemia, y en una exposición franca y directa de las medidas que se acordaron para frenar los contagios, y en lo que el papel de los ciudadanos resulta muy importante.

El escenario, por lo que informó, es preocupante hasta el grado de afirmar que si las cosas no mejoran, el sistema de salud puede colapsar es decir que ya no tenga capacidad de respuesta, porque el número de enfermos rebasen la capacidad de atención en los hospitales del estado ante la deficiencia de camas, de médicos y de medicamentos.

Ese sería el escenario que se podría dar si no hay solidaridad responsable de los hidalguenses.

Y la realidad es esa, que muchos hospitales están totalmente llenos y que la existencia de camas sea muy poca, con todo lo que esto significa además de personas médico cansado y estrenado.

Por estas razones, es que son ya 33 los municipios que están en semáforo rojo y con medidas restrictivas muy fuertes, que empiezan por el cierre total de muchos negocios para frenar los contagios y escenarios catastróficos.

El llamado del Secretario es muy fuerte, pero claro como debe ser, sin dejar verdades a medias.

Es un diagnóstico contundente, que urge de medidas igual de contundentes para salir adelante.

No hay espacio para grillos, que quieran abanderar supuestas inconformidades de grupos o personas al cierre total de negocios, porque es una situación de vida o muerte, y con esto no se puede jugar a buscar ganancia grilla.

Es ahora cuando todos en su concepto de totalidad, sean del color político que sean, o de la forma  de pensar que sean, deben unir las manos para sacar a Hidalgo de un desastre, porque si sigue la irresponsabilidad, con fiestas, reuniones de mucha gente y todo lo que provoque  más contagios el desastre es inminente.

Es ahora cuando todos podemos ser héroes y salir victoriosos, porque lo que está en juego es la vida de nuestros hijos, esposa o esposo, de nuestros hermanos y familiares, amigos y conocidos y en general. Nuestros prójimos.

El Gobierno hace bien su parte, ni se diga el sector salud con médicos, enfermeras, camilleros y demás, que incluso han sacrificado sus vidas por usted, por mi y por todos.

Seamos dignos de este momento, es un sacrificio sin duda alguna en muchos sentidos, pero vale la pena.

Respondamos con hechos al llamado angustioso “ayúdennos por favor”.

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