POR ELLOS… POR NOSOTROS
Son horas de temor
De miedo e incertidumbre,
De no saber qué pasa
Y a dónde caminamos
Son horas de dolor,
De llanto en muchas casas,
De pena en las familias
Que de pronto se miran
Sin el padre o la madre,
Que se van para siempre
Por ellos, los que lloran,
Por la madre que sufre
Porque se marcha un hijo,
Porque el esposo falta,
Nuestro abrazo de amigo
Nuestra voz de cariño
Nuestra oración cercana
A su alma dolorida
Por el hijo que sufre,
Por su madre que muere
Y de pronto se siente
Un ave ya sin nido,
Esta mano que tiene
Vocación de viacrucis
Cirineo que levanta
La Cruz del Nazareno
Por ellos, los que lloran.
Que viven una noche
De soledad y pena,
Que despierta y buscan
A quien ya se ha marchado,
La presencia bendita
Del recuerdo que tiene
La presencia en el alma
Del padre y de la madre,
Del hijo y del hermano
Que siguen con nosotros,
Con sus risas y voces
Por siempre y para siempre
Por ellos nuestras voces
De aliento y de montaña,
Don el pino que crece
Mirando siempre al cielo,
Del río que en sus canciones
Nos dice que esos seres
Que vemos que se marchan,
Se adelantan un poco
En esa gran vereda
De retorno a la casa
Donde estaremos todos
Y por nosotros mismos,
Que entendemos ahora
Que la vida se pasa,
Se nos va de las manos
Y nos urge en el alma
A querer lo que vale,
La esposa y nuestros hijos,
Aún tenemos tiempo
Que se nos va de prisa
Y el tiempo nunca vuelve
Por ellos… por nosotros.