EL PRI GANÓ Y ESTÁ LISTO PARA EL 2021
Los resultados de las elecciones de ayer, no son hijos de la casualidad o de generación espontánea, porque si ganó el PRI en más de 20 municipios, no es que haya sido producto de la buena suerte o algo así, sino como todo en la política, es resultado de un trabajo bien hecho en que la apuesta era resurgir de la tremenda derrota del 2018, que llevó a muchos a vaticinar que era el fin de este partido.
Y si se ve a Morena como el gran perdedor, tampoco es casualidad ni algo que se dio porque había sol o frío, es resultado de un pésimo trabajo y de un desorden que es visible en la desorganización que tienen, en que no hay autoridad ni dirección, hasta convertirse en un partido sombra que permite abusos que todos conocen del Grupo Universidad.
El PRI venía de su derrota más fuerte que ha tenido, y que parecía barrerlo del mapa político, y del otro lado un partido vencedor que no supo hacer valer con responsabilidad y hechos, el triunfo que la gente les dio.
Muchas cosas malas debieron hacer, para que ayer 18 de octubre les recogieran el poder, para dárselo al partido supuestamente moribundo.
La buena dirección del PRI con una Presidenta con los pies en la tierra y un Secretario General fuerte y con buen conocimiento de la política y el Gobierno de Fayad, reconocido por todos, fueron la base de este edificio que se llama triunfo.
Y esto es apenas un adelanto de lo que viene en el 2021, cuando tenemos que elegir diputados locales y federales en Hidalgo, dentro de la gran elección de ese año.
El PRI ya mostró que está más vivo que nunca, y que Morena debe entender que el voto es un poder popular, con el que se premia el buen gobierno y se castigan los abusos.
Fue un primer golpe, pero muy fuerte.
Los priistas de Hidalgo dieron una lección de lealtad, disciplina, unidad y de orgullo.
Los miraban hacia abajo, ahora los tendrán que ver hacia arriba.
Por eso, ayer, hubo fiesta en la casa tricolor y en otras casas había luces apagadas.