LA BESTIA DE LA VIOLENCIA AMENAZA A ERIKA SAAB
Faltan 9 días de campaña y en general se puede decir que camina el proceso en paz y tranquilidad, con sus asegunes, que no daban para calificar las campañas como violentas. Vaya, ni siquiera en los debates se han visto malos modos, como es costumbre en estos ejercicios democráticos.
Pero cuando sólo faltan 9 días, las cosas se ven con todo el realismo y preocupación, a veces hasta desesperación que provocan los datos sobre la situación de los partidos y candidatos, que conocen si caminan rumbo a la victoria o a la derrota, lo que afecta no sólo a los protagonistas del proceso, sino a personajes y grupos que pierden o ganan de acuerdo a ganar o perder.
Por lo mismo, no es raro que cambie el tono de los discursos y que en lugar de argumentos y propuestas, las palabras se convierten en verdaderas pedradas contra los rivales.
Lo que se puede leer de esta situación, es que con información en la mano, los que atacan en lugar de proponer, lo hacen para buscar bajar al que va adelante, ya no con propuestas sino con el método de la acusación y la denuncia, no siempre bien fundamentados, pero que deja algo en el ánimo ciudadano.
Esta es una práctica de la que se puede decir que se usa siempre, pero que puede dar una lectura anticipada de los resultados de la elección del 18 de octubre.
Lo que ya no se vale, es que aparezcan hechos de violencia real con amenazas de muerte manifestadas con mantas intimidatorias, y signos como cabezas de puerco puestos en la puerta de casas de campaña, a lo que se suma el contenido de violencia de género, como sucedió en contra de la candidata del PRI por San Felipe Orizatlán, Erika Saab Lara.
Eso ya no es competencia electoral, y es sin duda la aparición de la bestia de la violencia, instrumentada por muchas manos que debe investigar la autoridad, pero que pone de manifiesto que Erika camina adelante para la elección, y esto no le conviene a quienes se sirven del poder para sus negocios.
Si la priista fuera perdiendo y sin posibilidades de ganar, ni caso le harían, pero con lo que hicieron, queda claro que le temen por lo que significa de cambio de ejercicio del poder.
Por esta situación, la presidenta del PRI estatal, Erika Rodríguez, hizo bien en levantar la voz para subrayar que su partido rechaza toda manifestación de violencia en las elecciones, y en especial la violencia política por razones de género, y que cuando se presenten actos de intimidación de cualquier tipo en contra de las candidatas o coacción política hacia la militancia del PRI, harán valer los medios legales para que se sancione esas conductas.
Invitó y convocó a todas las fuerzas políticas del estado a una competencia democrática, a la tolerancia y libertad de expresión, así como a la legalidad.
De lo que se trata es de parar a tiempo esta bestia, que de aparecer sin freno convertiría la elección en un campo muy peligroso.