ALFIL NEGRO

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DICCIONARIO 

Todos vemos las estrellas

Pero cada quien las mira,

Como le dicen sus ojos

el alma y el corazón,

Porque traemos de origen 

un diccionario en la sangre,

Que nos grita y nos señala

el alma de cada cosa,

y lo que son de verdad.

De ese diccionario propio

hoy recordé algunas cosas

que son estrella y cometa,

laguna y campo de trigo,

campanas y luz del cielo,

corazón de trigo y milpa

y recuerdo del amor.

LUCIÉRNAGAS

Son los crayones de luces

con los que ángeles aún niños,

pintarrajean entre risas

el pizarrón de la noche. 

RÍOS

Los caminos y veredas

que el creador del universo hizo,

dueño de senderos,

para los peces eternos

de plata y cristal de siglos.

LOS HIJOS

Por ellos vale la vida

por ellos dolor y risas,

gracias Señor por los hijos

por sus gracias cuando niños,

Por verlos crecer aprisa

y por ver cómo de pronto

Inician ya su camino,

y extrañamos sus pasos

campanitas  de cristal,

y cuando se abre la puerta

pensamos que vuelven ellos 

nuestros niños, nuestros hijos.

LAS CAMPANAS 

He oído muchas campanas

De San Pedro y de Santiago,

de Notre Dame y San Pablo,

pero ningunas tan tiernas

tan niñas y tan cercanas,

como las dulces  campanas

de la iglesia de mi pueblo

que me cantaron de niño

rezando junto a mí madre.

LA LAGUNA

En ella bailan las nubes

juegan los peces de noche,

los patos notas de cantos

en el cristal de la tarde.

MAMÁ Y PAPÁ

Mi madre nunca envejece

en una foto que guardo,

siempre niña siempre joven,

ojos negros y profundos,

y aunque los años me alcanzan

la miro y le digo siempre,

cuánto la extraño y la quiero,

y le pido que nos cuide

y que bendiga a mis hijos

Mis hermanos… y en voz baja,

le platico que ya hay nietos,

que mi hija lleva su nombre,

que nos hace mucha falta

y que nunca se ha marchado.

Después contemplo a mi padre,

hombre fuerte como un roble,

que nos enseñó a ser buenos

y a querer a los hijos

a la tierra y a la vida,

hombre de campo y de surcos,

De milpas y de trigales,

que un día tomó su sombrero

y se fue con nuestra madre,

siempre a tiempo como el agua

vivo siempre en el recuerdo

LA ESPOSA

¿Qué sería de la vida

sin sus manos milagrosas 

Y sus ojos que iluminan

la noche más más oscura

y su don de gran misterio

para hacer del camino

un reino de la ternura?