LA CREACIÓN
Cuando el creador dijo serio
Con la voz de eternidades
“haya luz, que gire y viva”,
Y le dio el nombre de “día”,
Y a la oscuridad primera
La bautizó como noche,
Pudo tener en su mente
Para el día lleno de luz,
Los municipios huastecos
Que se desbordan de sol,
como Atlapexco y Huejutla,
Huazalingo y San Felipe,
O quizás la tierra arisca
Del Valle del Mezquital,
Con Ixmiquilpan y Actopan
Tlaxcoapan y Alfajayucan,
Hechos de barro y de pulque
de ixtle, jarilla y de palma,
con los que tejen la vida
siempre alumbrados de sol.
Y luego las noches bellas,
lunas de queso y de plata
en San Bartolo y Tenango,
donde el hilo es un milagro,
palabra de Dios bordada,
Por las manos milagrosas
de Josefina Tavera,
Profeta de mil colores
mariposa y Ángel blanco,
cometa del arcoiris,
nacido allá en nuestra sierra,
callecitas empedradas
del café de San Bartolo
Pisa Flores y Calnali,
noches de flores y cantos
las noches del gran Señor.
Y ordenó que toda el agua
Se juntara en un lugar,
Para que hubieran los mares
y la tierra con montañas,
con sus valles y llanuras
como el Valle de cebada
de Apan leyenda pulguera,
O el Valle de Tulancingo,
la Cuna de Quetzalcóatl,
con lagunas de leyenda
Tecocomulco y Atezca,
Peces borrachos de luna
y broches para las niñas
En fiestas de carnaval.
El creador ordenó entonces
que iluminarán la noche,
lámparas que dividieran
la oscuridad de los días,
y las dispersó en el cielo
luciérnagas de diamantes,
juguetonas con los niños
y una de ellas en Belén.
de su voz nació la luna,
que redonda por las noches
se asoma por Real del Monte,
rueda por barrios mineros
y se vuelve río de Plata
Por las calles de Pachuca,
y se oculta junto al oro
en las minas de Camelia,
y con lágrimas monedas
Inconsolable camina,
y busca toda la noche
a los mineros del Bordo
que una tarde se marcharon
para nunca más volver.
Dijo entonces el creador
que de la tierra nacieran
toda clase de creaturas
En el agua y en la tierra
para poblar la creación,
Y en esta tierra bendita
lo mismo llegaron ranas,
Que tlacuaches y tejones,
cotorras y colibríes,
tigrillos y ocelotes,
jaguares, gato montés,
y en los ríos de nuestra tierra
truchas y peces cristales
como ordenó el gran Señor.
y como final de su obra,
creó el maestro de los siglos
al hombre rey de la vida
A imagen y semejanza
del dueño de tiempo y vida
del creador y salvador…
y de ese barro primero,
nació también nuestro pueblo
peregrinos de existencia
y no lejano a la estrella,
tierra y cometa buscando
las manos del gran maestro,
que diseñó el universo
y las montañas de casa,
los ríos repletos de peces,
y que cuando cae la noche
o se termina la vida,
cariñoso nos abraza
y nos recibe en su casa,
como padre que nos cuida
hijos que vuelven cansados,
padre que extiende sus brazos
es hora de descansar.