ALFIL NEGRO

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ASÍ… NO SE PUEDE

La pandemia en Hidalgo nos sigue pegando fuerte, con números de contagios y fallecimientos que nos deben preocupar y motivar a actitudes más responsables, porque no bastan los programas que se tienen en marcha para enfrentar al virus, si no se tiene la parte fundamental de la gente.

Si no hay participación ciudadana, no vamos a salir, y los costos que se pagarán serán cada vez más altos.

Estamos muy cerca de los mil fallecimientos, que significan dolor y lágrimas en otras tantas familias de hidalguenses, hay más de seis mil contagiados, muchos de ellos ya recuperados, pero muchos en hospitales o en su casa, recuperándose y con la angustia de vivir el coronavirus.

El gobierno del estado y las autoridades de Salud insisten machaconamente todos los días y a toda hora, pidiéndole a los ciudadanos que atiendan y traten de cumplir con las recomendaciones para cortar los contagios, porque sólo con aislamiento, gel, cubrebocas, lavado de manos y sana distancia, pueden decrecer los contagios.

No hay, en este momento otro modo, porque no hay medicinas para frenar y derrotar al virus, y porque pese a todos los esfuerzos de científicos, universidades y gente experta en la materia, no existen vacunas todavía.

Seguramente las habrá pero en esta hora no las hay, y no queda otro camino que las medidas que todos conocemos.

Dada la gravedad de la enfermedad, uno supondría que la respuesta de la gente es de mucha responsabilidad. Pero no.

Aunque hay que reconocer que muchas personas sí atienden los llamados, hay muchas más a las que les vale, y se niegan a usar cubrebocas, van con toda la familia al mercado y se molestan si alguien les recuerda que no están cumpliendo con las recomendaciones.

Lógico, muchas de ellas se contagian y lo peor es que contagian a otros.

De ese modo, de muy poco sirve que unos se cuiden en todo lo que pueden, porque pueden ser contagiados por los que incluso, dicen que esto del coronavirus es un invento del gobierno.

Y se da el caso en nuestro estado de politiquillos de medio pelo, que se oponen a los programas preventivos y organizan oposición y mueven sus piezas, para exigir que programas como el “Hoy no Circula”, se detenga porque dicen que no sirve, aunque ellos por el encargo popular que tienen no mueven un dedo para ayudar, debiendo hacerlo.

Y luego, los que teniendo un negocio como bares, se niegan a cerrar porque dicen que pierden dinero.

Plazas llenas de gentes, que incluso no usan cubrebocas, bares abiertos, calles con mucha gente paseando.

Claro, los contagios crecen lo mismo que las defunciones.

Así no se puede.