SE QUITAN LAS MÁSCARAS
El uso de las máscaras es muy antiguo y se han usado con fines religiosos y del espectáculo, como en Grecia o Italia, y en muchas ocasiones como una manera del anonimato, para que no se sepa de quién se trata.
En política es muy usada la máscara, no necesariamente de manera física, sino en conductas que esconden las reales intenciones, como una medida para destantear al enemigo, de tal manera que no se sepa cuáles son las verdaderas metas a buscar por el enmascarado mental.
Esto se da sobre todo en los tiempos electorales, en que casi nadie dice que busque un puesto de poder y si acaso dirá, como aquel ex gobernador del estado: “el que respira, aspira”, para mostrar que aunque no tiene nada definido, está en la jugada, y de ese modo ni dice sí, ni dice no.
Es el tiempo en que las intenciones andan enmascaradas, ocultas, y los interesados, se mueven con pies de terciopelo para no hacer ruido.
Pero conforme se acercan los días claves ,tienen que quitarse la máscara, tiene que caer el cubrebocas, y empezar a mostrar el interés por el puesto público en pelea.
Es el momento en que se caen las máscaras.
Y en nuestro estado, en la lucha por las alcaldías, ya cayeron algunas máscaras.
FRANCISCO JAVIER, buscó quitarse la máscara con fuerza y mostrar que tiene todo para ganar, aunque en la realidad está fuera de toda posibilidad, por un historial de cero base de principios políticos, y sí mucho de conveniencia, que le hace vestir el uniforme, no de su partido, sino del que se deje.
Ahora sale con el cuento de que tiene el apoyo del más fuerte de México. La verdad nadie se lo cree. Mejor no se hubiera quitado el cubrebocas.
CANEK VÁZQUEZ, trae máscara Morena y se ve nervioso, porque se la quita a la menor provocación, lo mismo comiendo tacos que buscando baches. No se le ve mucha fuerza para ganar la candidatura de Morena por Pachuca, y si la obtiene, no parece tener opciones de ganar, aunque en sus encuestas diga que va a la cabeza. Sin embargo, no hay peor lucha que la que no se hace.
CRISÓFORO RODRÍGUEZ, se supone que es diputado plurinominal por el Partido Encuentro Social, pero de pronto se quitó esa máscara y apareció con los colores de Morena para buscar la candidatura de la alcaldía de Tianguistengo. Como no la obtuvo, se quitó esa máscara y se volvió a poner la del PESH. Como que no se vale y debería haber reglas mínimas de dignidad en este juego mascaril.
VICENTE CHARREZ, es el hermanito del buen Pascual y el que se dice perseguido político, Cipriano. Este Vicente, como que la piensa para botar la máscara, y gritar que en nombre de los Charrez quiere el tercer periodo de alcalde, para mantener el poder y tradición en nombre de los hermanitos.
SE LA QUITAN Y NO SE LA QUITAN… indecisos se ven Baptista, Montealegre, Mayorga, que por lo visto se les fue el tren por aquello de las fechas de licencia. Pero quién sabe.
Es la hora del juego de las máscaras y se empieza a dar poco a poco, y aunque sea tiempo de pandemia, empiezan a caer, porque con ella puesta, no hay posibilidades de afianzar el hueso.
Es hasta divertido este juego.