NADA SERÁ IGUAL
Nuestras vidas se marcarán con un: “antes de la pandemia” y un “después de la pandemia”, porque nada volverá a ser igual, por lo menos durante el tiempo en que los científicos encuentren una vacuna, que la agenda de esta materia señala que tarda para ser la adecuada unas cinco años en su proceso, pero que por la situación actual con más de 12 millones de contagiados del virus y los esfuerzos para encontrarla, a los cuales no es ajeno nuestro estado, pudiera ser antes y a lo mejor en los los primeros meses del 2021, como señala Lamán Carranza de planeación y Prospectiva, y con el encargo del gobernador Fayad, de impulsar con todo la ciencia y la tecnología en Hidalgo.
Mientras no haya vacuna, estaremos propensos al contagio y a la enfermedad con todas sus consecuencias, con la situación real de que si no queremos ser víctimas del Covid 19, tendremos que vivir con las medidas que evitan los contagios durante mucho tiempo.
Así que acostúmbrese al cubrebocas, uso de gel, sana distancia y lavado de manos durante mucho tiempo, como medida de cuidado médico y sanitaria, indudablemente.
Y vendrán cambios en los alimentos, sobre todo para evitar la comida chatarra, que nos vuelve presas fáciles por las enfermedades que provocan, como: obesidad, diabetes y daños a órganos vitales.
Sería absurdo que no se tomaran medidas, para frenar en las escuelas la venta de golosinas ricas en azúcar, o que el Gobierno Federal no meta al orden la producción de productos que producen ejércitos de enfermos.
Deben venir acciones y decisiones del gobierno, para proteger a la sociedad y prevenir las enfermedades que en esta hora de la pandemia han provocado, por la poca resistencia de los pacientes, muchas defunciones.
Ya no será igual la vida en los cines, restaurantes, plazas comerciales, iglesias, gimnasios y demás lugares, donde tradicionalmente se congrega mucha gente, porque ese hecho, el de reunión de muchos, significará, si no se toman medidas fuertes, muchos contagios y fallecimientos .
Será una nueva vida, sin duda
Cambiará la vida en las escuelas, en las fiestas de todo tipo, en los estadios de fútbol, donde los aficionados tardarán un poco y en las manifestaciones seguramente.
Las amenazas de sacar a marchar más de 50 mil gentes, quedará en el anecdotario grillo del estado, porque seguramente no serán hechas por la enfermedad.
Lo bueno de esto, es que habrá más tiempo para la familia, la convivencia en casa, para leer, para cuidar detalles de las miradas de cada quien y para considerar el valor de cada miembro de la familia.
Una nueva realidad, por lo menos hasta que nos vacunen con medicamentos probados.
Queda claro que ” ya nada será igual”.
