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ALFIL NEGRO

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EN EL PATIO DE LA CASA

 
Estoy resguardado en casa
Estrategia contra el virus,
Los hijos nos lo pidieron
Y sentimos en su ruego
Mucho amor que nos conmueve
Y nos ancla con cariño,
En esta casa que tiene
Historias de amor y penas,
Pero que grande o pequeña
Siempre será nuestra casa.
 
Tres árboles tengo Yo
En el patio de mi casa,
Una pera, un durazno,
Y uno que no da frutos
Y sólo produce sombra,
Donde estos días de silencio
Me cobijo, leo y escribo,
Y sucede algo muy raro,
Que me emociona y no entiendo,
Tan pronto estoy bajo ese árbol
Aparece un colibrí,
Cristal de vuelo y de risa
Parpadeos de luz y sombra,
Que me mira mientras vuela
Acero y plata en cada ala,
Y luego desaparece
Relámpago, pico y plumas,
Retando al reloj del tiempo
Y se pierde rumbo a nada
Como aparece se va…
Serán ángeles pequeños
Los colibríes que aparecen,
Aprendiendo vuelos santos,
Niños volando hacia el cielo?
La verdad yo no lo sé…
 
Y bajo la sombra fresca
De este árbol lleno de sombra,
Veo nuevamente la vida,
Los años que aquí he pasado,
Páginas de nuestras vidas,
Y oigo y veo a mis pequeños
Jugando como esos años,
Todo gritos, todo risas,
Niños de sol y de plata,
Que luego se hicieron hombres
Y ella niña fuerte y sabia,
Y con ellos mi señora
Siempre atenta ,siempre bella,
Juntos en este camino
Que ya nos deja recuerdos,
Risas, llantos y un sendero
Que construimos cada hora,
De una vida caminada
Que nos llena de recuerdos,
Y contentos sabedores
Con certeza de la vida,
De que la regla es sencilla:
Cosechas lo que sembraste.
 
Desde el patio de mi casa
Oigo a la vida pasar,
Gente que platica y grita,
Coches que no se a donde van,
Panaderos con el pan
Que más que gritar lo cantan,
Y tamales oaxaqueños
Que se anuncian calientitos,
Mientras la noche se asoma
Y la luz del día se va…
Desde el patio de mi casa
A veces el cielo es negro
Nubes que amenazan lluvia,
Y otras de un azul intenso,
Y en ocasiones el cielo
Gruñe con gritos de trueno…
 
De tanto mirar las nubes
Conozco ya sus figuras
De peces, o cisnes blancos,
Extraña caligrafía
Del dueño del universo…
 
Desde el patio de mi casa
Mientras  vuelve el colibrí,
Veo nuevamente a mi padre
Que hace años que se fue,
Y oigo pasar la vida
Antes que empiece a llover
 
Estoy resguardado en casa,
Y en el patio de mi casa
Entiendo que nuestras vidas
Sólo tendrán un sentido,
Si caminamos los años
Junto al regalo sin precio
De la esposa, hijos y hermanos,
Amigos y los recuerdos
Que el destino nos marcó…
 
Y abajo de este árbol,
Surge del alma el recuerdo
De mi madre que en el pueblo
Me sembró una fe de hierro,
Para que en estos momentos
De dudas y de temores,
Cuando las sombras nos hieren
Y el miedo nos paraliza,
Con el corazón bien puesto
Nuestra voz sea grito y ruego,
Oración de hijo pequeño,
Y se escuche como entonces,
El Ave María confiada
En quien nos dijo en diciembre:
“Que no se turbe tu calma
El pequeño de mis hijos
“No estoy Yo que soy tu Madre?”.