ALFIL NEGRO

COSAS BUENAS QUE DEJA
LA PANDEMIA VIRAL

El Covid-19 nos está dejando, aparte de cientos de enfermos y algunas personas fallecidas, por el momento, lecciones de vida y valoración de cosas y circunstancias, que de tanto tenerlas enfrente, habíamos olvidado darles su valor y que por lo mismo, en la escala de valores y prioridades, habíamos puesto en segundo lugar y que ahora gracias a la enfermedad, ¡quién lo creyera! Nos damos cuenta que deben estar en la parte más importante de nuestras vidas.
Si usted ha podido quedarse en casa estos días, como recomienda la autoridad, se habrá dado cuenta de algo que se dice mucho, sobre todo el 10 de mayo, pero que hasta ahora volvemos a ver con ojos de comprensión y admiración, que no es otra cosa que el papel fundamental de la esposa en la casa.
Su trabajo es invaluable como organizadora de la vida familiar y ni se diga como presencia diaria de autoridad responsable, que con ternura y de buen modo, conduce con sabiduría la barca de la casa.
Su mano en la cocina, el aseo del hogar, la ropa limpia, el orden del hogar, que el marido generalmente por el trabajo da por hechos, en esta cuarentena, se visualiza mejor y con toda seguridad, se reconoce en todo lo que vale.
Es un buen logro del coronavirus
Volver a valorizar a los hijos, que muchas veces seguimos pensando que son los pequeños de siempre y ahora por la cuarentena, si todavía viven en casa, nos damos cuenta que en muchos casos ya son hombres y mujeres, que se hacen presentes con su preocupación por nuestra salud y por sus juicios y opiniones, que ahora tenemos tiempo de escuchar y valorar como hechos y fundamentos.
A lo mejor, por el trabajo y las preocupaciones diarias, no nos dimos cuenta que hace mucho que nuestros niños son mujeres y hombres hechos y derechos. Descubrir esto con tiempo y calma, es otro logro del coronavirus .
Reconocer que las redes sociales son un gran instrumento de comunicación, es otro logro que este momento nos permite, porque nos damos cuenta que por esas redes corre mucha basura de odio y mentiras, con profesionales de hacer de esos medios, armas de rencor, pero también que hay voces respetables que hablan con verdad y con responsabilidad y que sobre todo nos permiten estar junto a nuestros amigos y seres queridos y que todo es cuestión de darle su lugar a cada quien por sus méritos o rechazar la mentira.
El virus nos permite ver nuevamente en televisión partidos de fútbol ya pasados, en que constatamos lo limitado en lenguaje que es Raúl Orvañanos, que  repite mil veces : “los agarraron mal parados” , o también: “tiró a puerta” y ver que hasta en las repeticiones narradores y árbitros favorecen al América, con un entrenador que gesticula y ofende a los árbitros cuando y como le da la gana, sin que nadie lo ponga al orden y de las simulaciones de los jugadores, que se tiran al suelo como si estuvieran agonizando, en un duelo de simulaciones y mentiras, porque la verdad es que no tienen nada .
Si no fuera por el virus no tendríamos tiempo para estas observaciones, como tampoco ver que “un narrador” al que le dicen “El Perro”, es una pésima imitación del extinto Ángel Fernández y segundas partes, dicen, nunca fueron buenas.
Pero sobre todo, nos damos cuenta que la vida es breve y que tenemos que cuidarla y darle sentido, en el amor y protección a la familia.
Pero pese a todos estos logros, colaboremos para vencer al Covid 19.

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