LO QUE TENEMOS…
Cuando el viento sopla recio
Tanto que mueve la barca,
Le pedimos al que puede
Que no duerma, que despierte,
Porque zozobra la vida,
Porque se apaga la estrella…
Y en ese tiempo de dudas
De miedos,
De luciérnagas perdidas
Hacemos cuentas de vida,
Para saber qué tenemos,
Qué nos ancla a la existencia
Para entender porque duele
Que algo de aquello perdamos,
Y entendemos que por torpes
Ignoramos lo que es bueno,
Hasta comprender la frase
De que nadie: sabe a ciencia cierta
Lo que tiene de valioso
Hasta que lo ve perdido…
En esta hora de miedo
De nubes negras sin brillo,
Cuando todo el mundo grita
Que la existencia es finita,
Y vemos como se doblan
Pinos, sabinos y robles,
Entendemos y oramos
Por lo que la vida entrega
Como regalo de viaje,
Como lámparas votivas
Que iluminan el camino
Por donde van nuestros pasos..
Y crecen en nuestras almas
Las sonrisas de los hijos
Y resuena lluvia fresca
Sus voces y sus canciones,
Y otra vez como hace años
Los llevamos a la escuela,
Los vemos dormir tranquilos,
Los subimos a los hombros,
Desde donde van retando al tiempo
Y pensamos con nostalgia
Que siempre serán los niños,
Que el Señor nos dio sin pago
Para ser padres por siempre..
Y entendemos tranquilos
Que nunca tendríamos dudas
Para darles nuestras vidas
Para que ellos vieran,
Que nos duelen sus tristezas
Nos alegran sus carreras
Que aunque un día nos marchemos
En sus ojos y en sus manos
Siempre estaremos presentes,
Porque un padre y una madre
Nunca se marchan del todo,
Que nuestras manos de barro
Siempre estarán en sus manos,
Como dice el evangelio:
Un hijo es para siempre,
Eternos como la biblia.
Y qué decir de la esposa,
Compañera de caminos,
Amor y fuerza que brillan
En nuestras vidas de peces,
Voluntad de hierro y plata
Estrella que va iluminando
Al peregrino que somos.
En esta hora de miedo
Señor te ruego de hinojos,
Que nos libres de lo negro
De la noche que a pedazos
Va cayendo cruel y negra.
Somos tus hijos dolientes
Que sufrimos horas duras
Pero que nunca olvidamos
Que nos dijiste una tarde
“Yo estaré con ustedes
Hasta el final de los tiempos”.
Quédate aquí en nuestra casa,
porque ya llega la noche,
Y entonces como ahora
Quédate y aquí en nuestra mesa
Parte y bendice los panes,
Porque nos duele tu ausencia
Y bendice a nuestros hijos,
A toda nuestra familia
Y consuela nuestras penas
Y enjuga nuestro llanto
Porque cuando todo está oscuro
Vemos como viene la estrella
La misma de noche buena
Para decirnos con hechos
Que aquí vives con nosotros,
Que nuestra casa es tu casa
Y son tuyas nuestras penas…
Señor la noche se acerca
Enciende la estrella buena
Ven a todas nuestras casas
Y acaricia a nuestros hijos
A toda nuestras familias,
Que crezca nuestra esperanza
Y que escuchemos alegres
La voz dulce de María
Que nos grita y nos recuerda
“No están solo hijo mío,
¿No soy acaso su madre?”
Y entonces como niños
Dormiremos ya sin miedo
Porque sabemos que en casa
Nos cuida el Señor del tiempo.
En esta hora de miedo
Cuánta falta haces en casa,
Cuánto te necesitamos,
Quédate señor del tiempo
Y no te sigas de largo
Mira que la noche viene.