ALFIL NEGRO

VIOLENCIA CONTRA DIPUTADAS EN EL CONGRESO DEL ESTADO

 
El próximo 9 de marzo, millones de mujeres paralizarán el país con el movimiento “El 9 ninguna se mueve”, como protesta en contra de la violencia que sufren en nuestro país y al que se han sumado muchos organismos federales y estatales, entre ellos el Congreso del estado que en palabras de la Presidenta de la Junta de Gobierno, lo hacen como muestra de solidaridad para este movimiento.
Se supone que nuestro Congreso está en contra de la violencia contra las mujeres, pero llama la atención que en la Casa del Pueblo se den actos de violencia, que se ofenda a las diputadas por ejercer sus derechos políticos y que por esa violencia hayan tenido necesidad de la denuncia pública en contra de un legislador que se dice de Morena, pero que en  la realidad es del Grupo de la Universidad y que una y otra vez le falta al respeto a las diputadas que no piensan como su grupo y les impide ejercer sus derechos.
El diputado es Ricardo Baptista, que en algún momento fue Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, con tan mala conducción que lejos de lograr unidad de la Cámara de Diputados, lo único que logró fue desunir a los legisladores por su afán de servir al jefe de su grupo, confrontarse con el gobierno estatal, enfrentarse sin ningún sentido con la Secretaría de Gobernación por su posición de querer tener siempre la razón sin ninguna práctica de consenso y acuerdo.
Su paso por la Presidencia del Congreso fue errónea, de confrontaciones y abusos.
PERO…
Todo indica que erró y feamente al agredir a diputadas, lo mismo del que se supone es su partido o sea Morena, que del PRI y del PES.
El diputado se ha permitido dirigirse a sus compañeros con expresiones tales como: “que no chille”, contra Adela Pérez porque al señor le molestó que la diputada del PRI lo denunciara por discriminación y autoritarismo, ya que en los foros sobre participación de comunidades indígenas la dejó fuera, pese a que es la Presidenta de la Comisión sobre asuntos del tema. Muy sobrado don Ricardo le dijo que quien quiso asistió a los foros, porque eran abiertos.
El trabajo sobre reforma electoral estuvo hecho con las patas y entre otras cosas por fallas en la consulta indígena que él decía estaba bien hecha, la Suprema Corte invalidó la reforma privando a Hidalgo de un marco legal adecuado para la elección del 7 de junio.
Tenía razón la diputada y no Baptista, que a los argumentos de la legisladora sólo tuvo la respuesta de “no chille”.
A la actual Presidenta de la Junta de Gobierno, María Luisa Pérez Perusquía que no se plegó a su capricho de darle la Comisión del Medio Ambiente, que todo indica le urgía para hacer campaña, porque quiere ser alcalde de Tula, informan los medios que la llamó: “mezquina”y “simuladora”, aunque cuando la  diputada lo encaró para preguntarle sobre sus expresiones, negó que las hubiera dicho, aunque los medios publicaron lo que dijo el día de la Bandera en una entrevista.
Pero no es lo único que ha hecho este legislador, pues cuando quiere hacer gala de autoridad azota la mesa para imponerse a las diputadas.
Cuando Perusquía fijó la postura del Congreso sobre un día sin mujeres que apoya, saltó Baptista para llamarla “simuladora” e “incongruente” por lo que pasa en la Cámara y pidió que se empiece en casa.
Y tiene razón, si se quiere de verdad hacer justicia a las mujeres en Hidalgo, se debe empezar porque se respete a las diputadas, que no pueden ni deben permitir que sujetos como al que nos referimos ejerza violencia contra ellas con actitudes que avergüenzan.
Es lo menos que pueden hacer para poner respeto en un Congreso en que este diputado les dice: “no chille”, “límpiese las chinguiñas”, “simuladora”, ” incongruente” y que les falta al respeto hasta con golpes en la mesa para mostrar su enojo o poder.
Sólo entonces tendrá sentido el gran acto del 9 de marzo, en que millones de mujeres exigirán que se acabe con la violencia contra ellas y que nuestras diputadas dicen apoyar, siendo que el problema lo viven y sufren en su casa del Congreso.

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